COLUMNA INVITADA

Gobernando por el retrovisor

Regularizar autos chocolate “ayuda” familias en las zonas en las que recibirán el beneficio, pero perjudica al país

OPINIÓN

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Óscar Sandoval / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Uno de los errores de la globalización está en que los problemas locales o comunitarios se abordan de manera global. Tratarlos como algo genérico o intercambiable entre un país y otro no los ha solucionado, pero ha servido de pretexto para que líderes y gobernantes establezcan políticas y legislaciones que más parecieran decisiones familiares que de país.

Por ejemplo, una comisión del Congreso brasileño decidió recomendar que Jair Bolsonaro sea acusado de “crímenes contra la humanidad” por su intento de lograr inmunidad de rebaño.

En “mexicano” esto es equivalente a la “política” familiar que establece que cuando a un hermano o primo le da varicela, lo ponen a convivir con el resto “para que les dé de una vez”.

Tomar decisiones gubernamentales similares o equivalentes a las que se toman en el seno familiar dan popularidad porque hace lo que yo haría por lo quienes más quiero: mi familia. Este escenario es imposible el desacuerdo con el gobernante y en consecuencia aumenta la popularidad que es adictiva.

Lo peor de las adicciones es que se convierten en el eje de las decisiones, pretexto para todo lo que hacemos y cambia el carácter; también transforma el destino de un país empezando por las comunidades.

La industria automotriz es otro ejemplo de cómo esta forma de abordar los retos hace que pasemos de “es solo una copa para relajarme” a una y mil botellas, y cirrosis.

Esta semana se publicó el decreto para la regularización de los autos chocolate procedentes del extranjero. Discusión añeja, acción que si fuera solución se hubiese tomado hace mucho porque hacerlo es fácil. Reconstruir la consecuencia, lo complejo.

Sucede en un momento en el que tan solo en el primer semestre de 2021 la producción y exportación de autos en México se encontró 20% por debajo de los niveles que alcanzó en 2019; y en el que la escasez de chips impacta en la producción de un millón de vehículos tan solo en Norte América. A pesar de ello, la exportación de autos aumentó 33.5%.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) de enero a mayo de 2021 la importación de autos usados subió 18.2% respecto al mismo periodo del año pasado.

En México producimos autos nuevos para el mundo y les compramos los carros viejos para circular en el país. No es un juicio de valor, es un hecho basado en datos.

Apoyar la inmediatez de la economía familiar no es sinónimo de generar crecimiento y desarrollo económico. En efecto, regularizar autos chocolate “ayuda” familias en las zonas en las que recibirán el beneficio, pero perjudica al país.

“La puerca tuerce el rabo” porque en este, como en otros muchos casos, la decisión de regularizarlos resuelve lo inmediato, pero crea problemas futuros que enfrentaremos los mexicanos, incluidos quienes las toman, pero cuando ya no estén en funciones. Es problema de otros, dirán... y así nos transformamos y pasará otro sexenio adictos a la popularidad.

POR ÓSCAR SANDOVAL SAENZ
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ

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