COLUMNA INVITADA

Los desastres no son naturales

En México, la reducción del riesgo de desastres requiere un abordaje integral, tanto público como privado, que incorpore mecanismos de fortalecimiento

OPINIÓN

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Paloma Merodio / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México. Créditos: Foto: Especial

A pesar del uso generalizado del término, no existe tal cosa como un desastre natural. Los desastres se producen cuando una amenaza natural o provocada por el hombre afecta a una población que no cuenta con los recursos adecuados ni está organizado para resistir el impacto.  

Esto ocurre en poblaciones que son vulnerables por pobreza, por exclusión, o que son socialmente desfavorecidas. Por tanto, los desastres pueden y deben evitarse. Podemos evitar que las amenazas conduzcan a desastres ayudando a las comunidades a prepararse, reducir sus riesgos y ser más resilientes. 

Cada día de los últimos 50 años, los desastres meteorológicos han ocasionado la muerte de 115 personas y pérdidas por 202 millones de dólares, según un nuevo y exhaustivo informe de la Organización Meteorológica Mundial.  

Los fenómenos meteorológicos que provocaron las mayores pérdidas de vidas humanas fueron las sequías, tormentas, inundaciones y temperaturas extremas. 

En México, la reducción del riesgo de desastres requiere un abordaje integral, tanto público como privado, que incorpore mecanismos de fortalecimiento. Por ello, se debe promover e impulsar el fortalecimiento y operación regional, estatal y municipal para incrementar las acciones encaminadas a la planeación, prevención, manejo, desarrollo de capacidades y monitoreo, así como fortalecer el desarrollo de capacidades técnicas de los tres niveles de gobierno. 

En la arena global, el pasado 13 de octubre se conmemoró el día para la reducción de riesgos de desastres que se centra en la cooperación internacional para que los países en desarrollo reduzcan el riesgo y las pérdidas por desastres. Uno de los mayores retos que existe en esta materia es lograr la articulación de múltiples actores en un entorno propicio tanto en lo institucional, político, normativo y financiero.   

Estos esfuerzos son cada vez más urgentes en el contexto de la crisis climática. Los impactos del calentamiento global requieren una acción inmediata y decidida. Por esto, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26, organizada por el Reino Unido en colaboración con Italia, que tendrá lugar del 31 de octubre al 12 de noviembre de 2021, en Glasgow, debe contribuir a estos esfuerzos para lograr mayor cooperación mundial para reducir el riesgo de desastres y brindar apoyo a las personas afectadas por el cambio climático. 

POR PALOMA MERODIO GÓMEZ
VICEPRESIDENTA DEL INEGI
@PALOMAMERODIO

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