Uno de los debates más intensos que hubo ayer en la Cámara de Diputados fue sobre la propuesta de limitar la deducción del ISR sobre el monto de los donativos ciudadanos a las organizaciones de la sociedad civil. Dice el presidente López Obrador que los empresarios utilizan este mecanismo para no pagar los impuestos que les corresponden.
El primer error es decir que los donativos provienen solamente de los empresarios. Hay miles y miles de ciudadanos que donan dinero a estos grupos.
Según el artículo 5 de la Ley de Fomento a las Actividades Realizadas por las Organizaciones de la Sociedad Civil, su trabajo consiste en la asistencia social, salud, apoyo a la alimentación popular; obras cívicas, enfocadas a promover la participación ciudadana en asuntos de interés público; asistencia jurídica, apoyo para el desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas; promoción de la equidad de género; aportación de servicios para la atención a grupos sociales con discapacidad; cooperación para el desarrollo comunitario en el entorno urbano o rural; apoyo en la defensa y promoción de los derechos humanos; promoción del deporte; promoción y aportación de servicios para la atención de la salud y cuestiones sanitarias; apoyo en el aprovechamiento de los recursos naturales, la protección del ambiente, la flora y la fauna, la preservación y restauración del equilibrio ecológico, entre muchos otros.
El titular del Ejecutivo y los diputados de Morena, PT y PVEM pierden de vista que la Cruz Roja utilizó más de 160 millones de pesos de recursos propios y donativos para trasladar a más de siete mil pacientes con COVID-19 durante los primeros meses de la pandemia.
También se les olvida que la Cruz Roja tiene un servicio complementario que prácticamente sustituye el servicio de ambulancias de nuestro sistema de salud en todo el país. ¿Quién no ha utilizado una ambulancia en su vida? Gracias a esos donativos le han salvado la vida a un ser querido.
Yo misma he sido dama voluntaria de la Cruz Roja, la organización que se activa cuando hay desastres naturales, llevando víveres, medicinas y enceres a comunidades en riesgo.
Hay que entender que si los diputados desincentivan los donativos, millones de personas en nuestro país se verán afectadas gravemente porque estas organizaciones se dedican a hacer el trabajo que no puede hacer el gobierno. Por eso existen, porque ahí donde no llega el gobierno llegan ellas.
Refugios para mujeres víctimas de violencia, guarderías, asilos, centros de prevención y alivio de adicciones; orfanatorios, defensoría de derechos humanos y una gama enorme de actividades, que al no poder recibir donativos se vendrán abajo, aumentando el sufrimiento y el dolor de miles de mexicanas y mexicanos.
Recordaremos los nombres de quiénes votaron a favor. Es cuando.
POR JORGINA GAXIOLA
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@JORGINA_GAXIOLA
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