TRES EN RAYA

Baby’O, el ícono de Acapulco

Icónica la disco y estremecedor el aviso. El lugar en Acapulco para ver y ser visto por más de cuatro décadas fue cuidadosamente elegido por el crimen organizado

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Icónica la disco y estremecedor el aviso. El lugar en Acapulco para ver y ser visto por más de cuatro décadas fue cuidadosamente elegido por el crimen organizado para dar una cálida bienvenida a la nueva administración local. Un anuncio muy peligroso, no solo por el significado del lugar, sino también por la cercanía a la capitanía de puerto (Base Naval de Icacos), y por estar situado en la principal avenida de la bahía.

Con lujo de violencia —y hasta pachorra—, ingresaron tres individuos con bidones de gasolina y prendieron fuego al antro. Un acto muy costoso para todos los empresarios de la costera, quienes ya han sufrido bastantes años de vacas flacas, y al que se le sumó este último por la pandemia.

Una provocación a la nueva administración del hermoso puerto y a Evelyn Salgado, próxima gobernadora de Guerrero, provocación a la que, ‘junto con pegado’, se le suman los asesinados hallados en Iguala esta semana. El miércoles los cuerpos de cuatro hombres fueron dejados en un automóvil en la casa de gestoría del alcalde electo de esa ciudad. Los homicidios grabados en un video de más de siete minutos, mostrando a un encapuchado señalando que los ajusticiados “tenían en terror a esta bella ciudad”. Acusa al alcalde electo de Iguala de presuntos nexos con el líder de Guerreros Unidos, a quien las víctimas se refieren como su “patrón”. Un ajuste de cuentas entre La Bandera (los que hacen el video) y el grupo antes mencionado.

Guerrero es conocido por ser “tierra caliente”; no a partir de su gobierno saliente, sino desde hace mucho tiempo. Sin embargo, sí ha pasado de tener muchas zonas tranquilas, como solía ser Acapulco, para ser el estado entero territorio en lisa de los diferentes grupos criminales del país.

Aunque López Obrador señala que el incendio provocado en el Baby’O “no puede atribuirse a la delincuencia organizada”, es imposible no ver que se trata de un mensaje más a las nuevas autoridades.

Sí, tiene razón, se trata sin duda de “un gran despliegue publicitario”, pero quienes están haciendo ese despliegue son los delincuentes que buscan advertir a las nuevas autoridades de su poderío y marcar zonas de influencia. Y, por lo que a las otras matanzas se refiere, no cabe la menor duda de que en Iguala la autoridad no existe y es botín de uno u otro grupo delincuencial. Esa es la verdad espeluznante, la que debiera ser combatida por el gobierno y que demuestra que sí estamos hablando de delincuencia organizada.

Sea un mensaje a la gobernadora, a la alcaldesa, el inicio del “cobro de piso”, un atentado, una vendetta contra el empresario, todo apunta a que el incendio del Baby’O es un crimen y no parece adecuado —ni hacia adentro de México ni hacia afuera— que el gobierno federal ninguneé el asunto.

Esperemos que esto no signifique que Acapulco se re inaugura como una parte de ese México que es más “llano en llamas” que remanso de paz. Sería una desgracia, ya que el puerto había podido recuperar últimamente algo de tranquilidad con el trabajo conjunto de autoridades y población.

El Baby’O, los 4 muertos, seguidos de otros 20 en Iguala no deben considerarse como algo inconexo o solo como coincidencias de un estado convulsionado. Son avisos claros y sangrientos del poder que hoy tienen grupos del crimen organizado en Guerrero.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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