COLUMNA INVITADA

Aprender siempre del 68

Transcurridos 53 años desde la matanza del 2 de octubre, las instituciones, la sociedad y, de manera actualizada y significativa

OPINIÓN

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Salvador Guerrero Chiprés/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Transcurridos 53 años desde la matanza del 2 de octubre, las instituciones, la sociedad y, de manera actualizada y significativa, los jóvenes y las mujeres tienen una nueva cara.  

Cada generación busca su propio horizonte y cauce. Ya ocurre en movilizaciones, dentro de los cuadros ascendidos y ascendentes del partido predominante y también en los demás organismos políticos. 

La transformación del régimen político, centrada en la modificación del tipo de vínculos entre sectores dominantes y en los valores que acreditan con su actuación, más que con su retórica, es un terreno ganado incipientemente en este 2021.   

Toda la literatura y la experiencia política de la segunda mitad del siglo XX se concentraba en colocar en el centro el desplazamiento del PRI, el partido en el gobierno durante aquel 2 de octubre de 1968. Del año 2000 y hasta el 2018, la juventud y las mujeres fueron testigos de los límites de alternancias que ni plantearon cambiar el régimen ni eliminaron las limitaciones institucionales ni éticas en el ejercicio de lo público.  

En estos tres años, la reivindicación de las agendas ciudadanas de jóvenes y mujeres ha crecido, más con el énfasis en el tema de género, tras la oportunidad histórica abierta para la visibilización callejera, ciudadana y gubernamental de las violencias contras las mujeres. 

Salvo la innecesaria violencia de un pequeño segmento, la ciudadanía es empática y solidaria con las causas de las mujeres, como lo es la generación de feministas en el ejercicio del poder ejecutivo, como lo es la propia jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. 

Este 2 de octubre, como ocurrió en el 2019, es esperada la continuación de la reivindicación antimachista y contra las violencias. Tal vez, consecuencia de la caída urbana de los índices que revelan oportunidades de empleo los estudiantes planteen un reclamo pertinente. Es el ideario de su libertad y es también su tono y forma los que observaremos este sábado. 

En la Ciudad de México, y en todo el hemisferio, debemos atender el cuestionamiento de si estamos más preparados para encapsular manifestantes o para desmantelar las condiciones estructurales o de impunidad de la violencia. Sostengo que —dado que comparto la segunda creencia— el tema es cómo prevenir la violencia y castigarla de manera tanto sistemática como efectiva. 

A sancionar la violencia. De donde venga, porque de ello depende el deseado imperio de una cultura de paz. 

La contención ante protestas es una tarea de de derechos y de seguridad. Es también parte de la construcción de una cultura cívica de diálogo con la diversidad de lo político. Se realiza con otros factores en que habitan tanto las reivindicaciones válidas como la provocación. “Déjenos golpear cinco minutos y nos vamos”, se oyó decir a una manifestante hace unos días. 

Hay agravios reales y percibidos. Tampoco puede negarse el avance político democrático y demográfico de nuestro país después de aquel 1968. 

POR SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS

PRESIDENTE DEL CONSEJO CIUDADANO PARA LA SEGURIDAD Y JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MÉXICO 

@GUERREROCHIPRES

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