TRES EN RAYA

Gatell, ¿y ahora qué maroma?

No le interesó mucho al subsecretario acatar la decisión del Poder Judicial, de inocular contra el COVID-19 a 10 millones de infantes y adolescentes

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Con más de 3,732,500 infectados y 282,700 muertos (cifras oficiales), López-Gatell insiste en hacer creer que aquí no pasa nada. Con cinismo ante la enfermedad que debería enfrentar y en plan de charlatán ante la tragedia, el médico inicia una nueva temporada de maromas.

Trasmina odio contra la infancia en sus decisiones. México ocupa el vergonzoso tercer lugar mundial en niños huérfanos producto de la pandemia. Además, se rehúsa a vacunar a menores de 18 años contra el COVID-19, cuando en otros países eso es lo de todos los días. De hecho, antes de que finalice el año, se permitirá a nivel mundial la vacuna para menores de 12 años. Y no sólo eso, países a los que México ha donado vacunas las usan para inocular a la población de entre 12 a 17 años.

Tampoco le interesó mucho al subsecretario acatar la decisión del poder judicial, el cual resolvió que el gobierno federal debe inocular contra el COVID-19 a 10 millones de infantes y adolescentes mexicanos. En ello, la sentencia no hace diferencia respecto a la condición de salud de estos. Únicamente instruye aplicar la vacuna Pfizer-BioNtech, la única autorizada mundialmente para cubrir esa población de edad. No es la primera vez que jueces federales otorgan sentencias para vacunar a menores, pero sí que se emita una orden con efectos generales para todo ese grupo.

El pretexto de la SSa en esta ocasión para no cumplir la orden es decir que no ha recibido la notificación y que no será hasta que la reciba que analizará la resolución. Ese es el nivel de compromiso del gobierno federal con el futuro de nuestro país. Hay mucha insensibilidad, ni duda cabe.

No sorprende, entonces, que se especule que sea esa, y no otra, la razón por la que la secretaría ha cerrado su oficina de Oficialía de Partes, entre otras áreas.

¿Por qué no establecer lo que legalmente está obligado? Esto es, una oficina digital o virtual que reciba notificaciones, tramitaciones y amparos vía correo electrónico. Ciertamente, el pretextar no poder recibir notificaciones judiciales físicamente puede tipificarse como desacato a la autoridad, si bien ya sabemos qué poco le importa esto a las cabezas de dicha dependencia.

Las maromas se multiplican entre otros miembros de la 4T, como el desprecio y mal trato que le dio una diputada federal de Morena en San Lázaro a una madre cuyo hijo tiene cáncer. Mismo viéndola de rodillas, la legisladora prefirió darle la espalda e ignorar su súplica.

Muy probablemente miembros de la oposición fueron quienes la convocaron y permitieron que dicha ciudadana ingresara al recinto legislativo y, como estrategia, quizá no sea la más efectiva ni honesta. Pero la realidad es que toda la clase política recurre a lo que la ciudadanía maleable es afecta: al espectáculo. Con el ingrediente adicional de que cualquier madre aprovecharía esa oportunidad para abogar por la salud de su hijo.

En todo caso, no perdamos de vista que lo importante es la imposibilidad que existe en México de que las autoridades y representantes acepten la existencia y permitan el análisis serio de los problemas que nos aquejan, para arribar a soluciones más sensatas y efectivas que las que estamos teniendo.

Así, lo principal sigue siendo: ¿qué está pasando con la distribución de medicamentos?

El subsecretario Hugo López-Gatell continúa navegando haciendo uso de evasivas; sobrevive políticamente, a pesar de no cumplir con lo que dice la ciencia y con su deber, que es proteger a la población en su conjunto en temas de salud.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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