DESDE AFUERA

Los demócratas están en problemas

El futuro del partido de Joe Biden está plagado de nubes; mientras el Partido Republicano se unifica, a querer o no, bajo el férreo control de Donald Trump

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

A sólo nueve meses de haber asumido la Presidencia de los Estados Unidos y anunciar un nuevo comienzo para su país, Joe Biden y sus aliados en el Partido Demócrata contemplan las posibilidades de un desastre político-electoral.

Para la prensa política estadounidense, el futuro de los demócratas está plagado de nubes: mientras el Partido Republicano se unifica, a querer o no, bajo el férreo control de Donald Trump y marca su presencia a "paso de ganso", el partido de Biden parece más dividido y debilitado.

Mientras, las encuestas indican un desplome de nueve puntos en la popularidad de Biden entre mayo y septiembre, de 52 a 43 por ciento, las luchas legislativas entre demócratas "progresistas" y "centristas" acaparan la atención pública, dado que giran alrededor de las propuestas presupuestales de Biden, incluso su petición de 3.5 millones de millones de dólares en gasto social para los próximos 10 años.

Peor aún, los desacuerdos en torno a ese paquete se extienden por consecuencia a la propuesta de invertir más de un millón de millones de dólares en infraestructura, que ambos lados consideran como indispensable, pero también como una herramienta de negociación: el voto por este se condiciona a prevalecer en el otro.

Para los liberales, la propuesta de gasto social es irrenunciable: beneficia a votantes de clases media y baja y amplía el acceso a los servicios de salud... Para los centristas, que se consideran como el fiel de la balanza en términos de mantener el control del Congreso, es un suicidio político.

Los liberales alegan ser si no la mayoría si más de 40 por ciento de los 220 demócratas que forman la mayoría en la Cámara baja; y una parte muy importante de la bancada demócrata en el Senado. Su inclinación a ceder en negociaciones no es mucha, sobre todo luego de años de marginalización.

Pero los "centristas" indican que partes de la propuesta, a comenzar por el tamaño de las cifras involucradas, preocupan a sus votantes y los hacen vulnerables a los alegatos de los republicanos al atizar temores de inflación y problemas económicos en general. Y según el argumento, representan la diferencia entre mantener o no el control de la Cámara baja.

El resultado, en todo caso, es que Biden aparece como debilitado y con poco control sobre su partido, y que por lo pronto las señales son de que los demócratas perderán las elecciones legislativas de 2022 y tal vez algunas gubernaturas estatales en los próximos meses.

No sería la primera vez. En la tradición política estadounidense, el partido que gana las elecciones presidenciales pierde los comicios confesionales que se realizan dos años después, en lo que es efectivamente un caso de gobierno dividido.
Pero muy pocas veces las divisiones dentro de un partido político estadounidense tienen el peso de las actuales diferencias entre demócratas, aunque muy pocas veces, como sucede ahora, hay tan poca claridad sobre lo que los centristas piden para negociar.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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