HORIZONTE GLOBAL

Resiliencia en la cumbre de Glasglow

Los gobiernos deben avanzar en la adopción de seguros para las comunidades más vulnerables, desarrollando evaluaciones más detalladas

OPINIÓN

·
Isabel Studer / Horizonte Global / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La Cumbre Climática (COP26), que tendrá lugar en Glasgow a finales de este mes, debe hacer que la resiliencia al cambio climático pese tanto como la ambición climática. La evidencia científica está aquí, no es un asunto para el futuro distante. El fenómeno está transformando fundamentos de seguridad, poniendo en riesgo condiciones que mantienen un balance delicado en regiones proclives al conflicto.

Y no es que el cambio climático sea en sí mismo una causa de inestabilidad, sino que el aumento de la temperatura está agravando otros problemas como la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la desigualdad, que son fuente de inestabilidad social y política. Ahí está el ejemplo de la migración de Centroamérica hacia Estados Unidos, provocada por la violencia en esa región, pero también por los impactos de las sequías recurrentes que obligan a los sectores más pobres a emigrar. Muchos terminan trabajando en los campos de producción agrícola en EU, sufriendo de extremo calor que puede ser letal.

Por ello, además de continuar impulsando la descarbonización de la economía, que es esencial para evitar que la temperatura aumente a más de 1.5 º C, en la COP26 debe surgir, a la par, un compromiso por una década de resiliencia climática, protegiendo a las comunidades más vulnerables al aumento de la temperatura. Los atlas de vulnerabilidad al cambio climático deben mejorarse y asegurar que las políticas de adaptación que se derivan de ellos beneficien a todos y no sólo a algunos. Por ejemplo, la construcción de presas que se ha presentado por gobiernos como el de México por una vía para la generación de electricidad de manera limpia. Las presas pueden ser esenciales en las medidas de adaptación, evitando la escasez del agua o las inundaciones. Su construcción con frecuencia impacta el hábitat natural del que dependen muchas comunidades. Algo similar sucede con los proyectos mineros para la extracción de recursos críticos para la transición energética, por ejemplo, el litio utilizado en las baterías, y otras grandes obras de infraestructura.

Hoy, la industria del seguro ya considera al cambio climático como un elemento central en sus modelos de negocio. Los gobiernos deben avanzar en la adopción de seguros para las comunidades más vulnerables, desarrollando evaluaciones detalladas que puedan preparar a los gobiernos a enfrentar una carga financiera mayor por eventos climáticos extremos.

La creación de un Fondo Global de Resiliencia Climática sería esencial para apoyar dichos esfuerzos y evitar que el cambio climático perpetúe la pobreza, agrave la desigualdad y los conflictos potenciales. La COP26 debe asegurar no sólo la ambición global para alcanzar la meta del 1.5º C, sino también que la resiliencia al cambio climático se convierta en un imperativo social, político y financiero que promueva la justicia climática y el desarrollo sostenible de los más pobres.

POR ISABEL STUDER
MIEMBRO DEL PANEL DEL REPORTE SOBRE ENVIRONMENT OF PEACE, DEL STOCKHOLM INSTITUTE FOR PEACE AND INTERNATIONAL RELATIONS
ISABEL.STUDER@SOSTENIBILIDADGLOBAL.ORG
@ISASTUDER

CAR