COLUMNA INVITADA

El nuevo rostro de la CDMX

Las alcaldesas y alcaldes que hoy rinden protesta representan mucho más que un voto de castigo a los malos gobiernos de Morena

OPINIÓN

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Federico Döring / Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Muchos fueron los factores que llevaron al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas a ganar la primera jefatura de Gobierno en 1997. El hartazgo ciudadano contra el PRI; el “error de diciembre” y la crisis económica del 95; el incremento exponencial en los índices de inseguridad por aquella época; y la debacle electoral del PRI en noviembre de 1995, en la elección de los Consejos de Ciudadanos, a pesar de que el partido en el poder contaba —como sucede ahora con Morena— con los recursos de los tres órdenes de gobierno, incluyendo 15 de las 16 Delegaciones (con excepción de Benito Juárez).

Muchos analistas atribuyen la fuerte presencia de consejeros ciudadanos simpatizantes del PRD —herramienta invaluable de penetración social y construcción de estructura y tejido social financiada con gasto público— como un factor determinante para la consolidación de la izquierda en la ciudad, con independencia de los errores crasos cometidos por el PAN y sus candidaturas en ese momento.

Esos mismos vientos de alternancia soplan en nuestra ciudad; y si bien nacieron como esperanza de cambio en junio pasado, hoy adquieren acta de nacimiento con la toma de protesta de las nueve alcaldesas y alcaldes que NO SON de Morena. Recordemos que en proceso pasado local, los partidos aliados de la “regenta” obtuvieron un millón 774 mil 564 votos, en tanto que los partido de la “Alianza por la CDMX” obtuvieron un millón 830 mil 49 votos.

Las alcaldesas y alcaldes que hoy rinden protesta representan mucho más que un voto de castigo a los malos gobiernos de Morena; son los rostros de la esperanza en la alternancia, y serán, por ende, indicadores ineludibles –para bien y para mal– de las posibilidades reales de una segunda transición política, después de 27 años de un proyecto de gobierno viejo, desgastado, corrupto, caduco y rebasado; proyecto encabezado primero por el PRD y luego por Morena, pero liderado siempre por los mismos actores políticos.

Las nueve alcaldesas y alcaldes de oposición deberán ejercer un gobierno con el nada fácil reto de encontrar el equilibrio entre cuatro factores, asociados entre sí y todos de la mayor relevancia. El primero, la institucionalidad y madurez de un gobierno responsable, que deberá saber cuándo y en qué temas conjugar esfuerzos sin cálculos políticos de ninguna naturaleza, en un marco de respeto y de pluralidad.

El segundo, conservar su dignidad y su esencia de oposición, y saber levantar la voz y defender el espíritu del voto en ellos depositado ante los abusos de la regenta Sheinbaum (situación que, dicho sea de paso, no se ha observado al día de hoy en ninguno de los nueve casos) y deberán hacerlo sin miedo al bloqueo o la represión del gobierno central, como en su momento lo hicieron Arne aus den Ruthen, cuando Rosario Robles le arrebató la administración del Bosque de Chapultepec; y Gabriela Cuevas, ante la Torre Bicentenario de Ebrard.

El tercero, honrando todas sus propuestas de campaña y trabajando para demostrar que sí son diferentes, resultados y mejores políticas públicas para la atención de las demandas de la ciudadanía; y cuando no pudiesen alcanzar esas metas por falta de apoyo presupuestal o voluntad política de la Regenta, señalarlo sin temor.

Y cuarto, pero no ello menos importante, asumir que NO se trata de proyectos individuales, ni partidistas, sino de un frente político amplio, plural y diverso que permita articular el reclamo de un mejor gobierno en el Palacio del Ayuntamiento; y en esa medida trabajar juntos y en equipo, haciendo frente común a favor de los ciudadanos y en contra de los abusos de la Regencia

POR FEDERICO DÖRING

DIPUTADO LOCAL DEL PAN

@FDORINGCASAR

MAAZ