PERMANENCIA VOLUNTARIA

La gran Shonda Rhimes

Shonda Rhimes en medio de la pandemia, además de estrenar Bridgerton, también tuvo que adaptar Grey’s Anatomy a la crisis sanitaria mundial

OPINIÓN

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Linet Puente / Permanencia Voluntaria / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Levante la mano quién se subió al “tren del mame” con la serie Bridgerton, una producción que corrió a cargo de Shonda Rhimes quien en medio de la pandemia además de estrenar este proyecto de época, también tuvo que adaptar Grey’s Anatomy a la crisis sanitaria mundial para que el famoso cuerpo médico se enfrentara al coronavirus.

En más de una ocasión he dedicado algunos o muchos caracteres de esta columna para hablar de Shonda Rhimes, una mujer afroamericana que sin temor a equivocarme, cambió la narrativa televisiva desde que estrenó Grey’s Anatomy en 2005 y pese a todos los movimientos telúricos que ha sufrido la serie, incluida la salida de personajes medulares para la historia, aún se mantiene en pie 17 temporadas después y contando.

Yo no soy de las personas que suelen escribir a los famosos a través de redes sociales. No pasa de poner un like o algún emoji a alguna publicación que me gusta y punto. La única que vez que recuerdo haberle escrito a una persona fue a Shonda Rhimes.

SPOILER ALERT

Esto fue hace un par de años cuando me encontraba en la caminadora del gimnasio haciendo ejercicio y mientras esto ocurría, veía Grey’s Anatomy en mi tablet (mientras hago cardio, me gusta ver alguna serie), y de pronto llegué a ese fatídico capítulo en el que mi adorado Dr. McDreamy (aka Derek Shepherd interpretado por Patrick Dempsey) sufre un accidente automovilístico y muere debido a una negligencia médica. Mientras corría en la caminadora, lloraba sin parar y la gente a mi alrededor no sabía si ayudarme o dejarme sola. ¡Pues obvio! Shonda Rhimes había decidido asesinar al personaje más carismático y atractivo que nos había ofrecido la televisión estadounidense en años. Uno de los grandes pilares que sostenían a la insípida Grey (porque al otro pilar ya lo habían desaparecido de la serie: Cristina Yang, interpretada por Sandra Oh). Me le fui encima en las redes sociales cuestionándole esta decisión tan grave que al parecer obedeció a diferencias con Dempsey debido a la indisciplina del actor y el momento personal difícil por el que atravesaba. En fin, me dejó sin McDreamy y a pesar de ello, ahí me tiene, fiel hasta la muerte.

Ahora la productora y guionista de Grey’s Anatomy, se enfrentó a un reto más grande: Decidir si la serie de televisión se mantenía en la misma línea melodramática alejada de la situación actual o si ponía a los doctores del Hospital Grey Sloan, a combatir el coronavirus como tantos en el mundo. Y así lo hizo. La verdad aunque no me pierdo ningún capítulo de la serie y voy al día, me sigo cuestionando si fue buena idea subirse al tema de la crisis sanitaria, porque me parece que si ya de por sí es un tema que escuchas todo el día y a diario nos informan sobre más decesos debido al COVID-19 en las noticias, siento que lo que menos deseas es ver toda esta pesadilla reflejada en la ficción. Sé que la productora tomó la decisión para rendirle homenaje al cuerpo médico a nivel mundial y mostrar, precisamente a través de la ficción, a lo que se enfrentan día a día los doctores en el mundo con esta espantosa enfermedad. Y vaya que lo ha logrado pues yo me he drenado con cada uno de los 7 capítulos que van hasta el momento, que han abordado el tema (recordemos que como muchas producciones, ésta también tuvo que parar debido al paro de actividades derivado del COVID-19 y apenas hace unos meses retomaron grabaciones). En ese sentido debo aplaudir lo bien que lo ha hecho Rhimes, que por cierto regresa con nuevos capítulos el próximo de 4 de marzo.

Algo más que debo reconocerle a la también productora de series como How To Get Away With Murder y Scandal, es que nos haya regalado una serie de época tan bonita como Bridgerton. Sí, ya sé que es otro culebrón más que se podría parecer a muchos otros que hemos visto como Gossip Girl, mezclada con Orgullo y Prejuicio pero con un toque de Cincuenta Sombras de Grey, por citar a algunos. Vaya gozada de serie. Cuando un proyecto te invita a no moverte del sillón y echarte capítulo tras capítulo es porque algo se hizo bien ahí. El vestuario, la música, las actuaciones, el casting, pero sobre todo la mezcla de razas en una época en la que hubiera sido inconcebible, me pareció extraordinario. Y lo que más me gusta (y esto es característica de las producciones de Shondaland) es que ya ni siquiera es un tema. El que los unos y los otros convivan entre sí, se da de manera tan natural y fluye tan bien que ya nadie lo cuestiona. A eso es a lo que me refería en un inicio cuando hablaba de que Shonda Rhimes cambió la narrativa en las series de televisión. Todo sucede así, tal cual es y debería ser.

Así es que si para estas alturas del partido no han visto ninguna de las series antes mencionadas del mundo de Shondaland, los invito a que las vean porque son una maravilla. Mis “telenovelas” como yo les llamo. Por cierto, gracias Shonda por regalarnos a ese Duque tan espectacularmente delicioso. ¡Oh Dios, aún sueño con él! ¿Quién más así? Confirmen.

Por cierto, hablando de series, otra que estrena este viernes en streaming es Madre Solo hay Dos, protagonizada por Ludwika Paleta y Paulina Goto, sobre dos madres completamente distintas, que comparten hospital el día que nacen sus bebés y por un error de la institución les intercambian a sus hijos. Tuve la oportunidad de ver los primeros 4 capítulos en Netflix, y me dejaron con un grato sabor de boca. Termino de verla este fin de semana y la comentamos la próxima semana. Adiós.

Por Linet Puente