LA NAO DE CHINA

Japón en América Latina y el Caribe

La relación de ese país con la región data de tiempos de la Nueva España a través del Galeón de Manila

OPINIÓN

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Adolfo Laborde/ La Nao de China/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

América Latina y el Caribe en su conjunto han sido parte fundamental en el posicionamiento de los intereses económicos y políticos de Japón y por ende, de su política exterior. 

La relación de ese país con la región data de tiempos de la Nueva España a través del Galeón de Manila y ha pasado por etapas muy importantes como los procesos migratorios japoneses hacia algunos países en la región en el siglo XIX y XX (Argentina, Brasil, Cuba, Bolivia, México, Paraguay y Perú principalmente), así como su reinserción en la época de la posguerra a la comunidad internacional, después de la firma del Tratado de San Francisco o Tratado de Paz de San Francisco entre las Fuerzas Aliadas y Japón el 8 de septiembre de 1951 en San Francisco, California, Estados Unidos. 

La región, sin duda, jugó un papel importante en la reconfiguración de la estrategia japonesa de separar la economía de la política (Doctrina Yoshida), lo cual se observó en su diplomacia comercial y sus proyectos de ayuda vía la cooperación internacional, especialmente su programa denominado Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD). 

La gran mayoría de los países de la región han recibido algún tipo de ayuda (reembolsable o no) y ésta ha sido fundamental para el desarrollo de capacidades económicas y técnicas en países como Brasil, Bolivia, Perú y México.

De la misma manera, el comercio exterior desde entonces se ha incrementado exponencialmente dando como resultado una mayor Inversión Extranjera Directa (IED) y por supuesto, un aumento de la presencia de más empresas y de nacionales nipones. 

Independientemente de que vivamos en una etapa compleja debido al COVID-19, Japón no ha dejado de ver a América Latina y el Caribe como parte importante de sus intereses nacionales. Prueba de ello fue la reciente gira del 4 al 14 de enero pasado del Ministro de Relaciones Exteriores, Motegi Toshimitsu a América Latina y África (MOFA, 2021)

No es casualidad que el Ministro visitara (por orden) México, Uruguay, Argentina, Brasil, Senegal y Kenia. 

La visita a Nigeria fue cancelada. Al respecto, cabe mencionar que Japón mantiene importantes intereses en estos países, que van desde la presencia de la comunidad nikkei (emigrantes japoneses y sus descendientes) hasta la existencia de conglomerados empresariales (Sogo Shosha) que operan en distintos rubros. 

En su visita, el Ministro Motegi se entrevistó con Presidentes, Secretarios y Diplomáticos de las carteras de Relaciones Exteriores y Economía con quienes aprovechó para impulsar la profundización de las relaciones bilaterales, así como establecer los marcos de referencia de la agenda diplomática de Japón desde una perspectiva multilateral atendiendo por supuesto, la emergencia sanitaria que experimenta el mundo que sin duda ha traído incertidumbre para la economía internacional lo que afectará, desafortunadamente, las operaciones de las empresas japonesas en el mundo. 

Como toda crisis representa oportunidad, la visita del Ministro Motegi, será una ocasión para redoblar los esquemas de cooperación política, económica y sanitaria de Japón con la región y significa, para nuestro país, una coyuntura para aprovechar aún mejor los beneficios de los acuerdos existentes, tal es el caso del Acuerdo de Asociación Económica (AAE) que data del año de 2005 y del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP) firmado el 4 de febrero de 2016 en la Ciudad de Auckland, Nueva Zelanda. 

Además de esto, no creo que la primera parada de la gira del Ministro Motegi a México haya sido una casualidad. En política internacional no hay casualidades.  

POR ADOLFO LABORDE
COLABORADOR
* ANALISTA INTERNACIONAL