COLUMNA INVITADA

Una recuperación desigual

Entre diciembre del 2019 y diciembre del 2020 desaparecieron 647 mil empleos formales, con una caída del 3.2%

OPINIÓN

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Jorge Andrés Castañeda/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Aunque aún no contamos con toda la información, los primeros datos disponibles empiezan a permitir dimensionar los efectos de la pandemia sobre la economía mexicana.

A finales de este mes, el INEGI presentará la Estimación Oportuna del PIB del cuarto trimestre del 2020. Se espera que el resultado final para el año sea una caída de entre 8.5% y 9% del PIB, aunque este no es el escenario más catastrófico que se llegó a considerar, sí sigue siendo una de las caídas más grandes que se tenga memoria.

Más allá del PIB, las estadísticas laborales del IMSS nos permiten hacernos una idea sobre el impacto de la crisis en el empleo formal. El balance general del año es sin duda devastador. Entre diciembre del 2019 y diciembre del 2020 desaparecieron 647 mil empleos formales, con una caída del 3.2%. Los datos en el agregado muestran una recuperación respecto a su peor nivel alcanzado en junio. Independientemente de los datos agregados, la información granular permite empezar a entenderlos matices de la recuperación y sus implicaciones para la economía mexicana hacia delante.

El economista David Kaplan publicó el miércoles en Twitter una gráfica que muestra que el empleo en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) se ha recuperado e incluso aumentó en 1.6% de diciembre de 2019 a diciembre de 2020. La economía de esta región, como es obvio, está altamente ligada a la de Estados Unidos y concentrada en la manufactura de exportación. La recuperación del empleo en esta región pareciera confirmar la hipótesis de que lo que hemos tenido de recuperación económica, ha sido impulsada por la manufactura de exportación.

Por una parte, esto es una buena noticia. La estrategia del “tío rico” que nos saca del apuro parece funcionar para cierta parte de la economía mexicana. Se espera que en las próximas semanas el nuevo gobierno de Estados Unidos anuncie un nuevo paquete de estímulos económicos, lo que sin duda ayudará a impulsar más a las regiones y sectores integrados a la economía norteamericana tanto de manufactura como agroindustriales.

Sin embargo, esto también indica que los sectores de la economía y regiones que no están integrados a la economía estadounidense que han sido abandonados por este gobierno siguen estancados. El empleo formal en el resto del país presentó una caída del 3.7%.

Los reclamos de restauranteros en la Ciudad de México son un ejemplo perfecto de esto. Ante la nueva necesidad de cerrar la economía y la falta de apoyos, es inevitable que muchos de estos negocios desaparezcan. Esta destrucción de la capacidad productiva hará más lenta la recuperación económica en estos sectores y regiones.

A la larga, estás dinámicas no harán más que agudizar las desigualdades regionales y sectoriales de nuestro país. Las regiones del país integradas a Estados Unidos que ya eran mucho más dinámicas, productivas y que gozaban de salarios ligeramente mejores, se recuperarán mucho más rápido que las regiones que dependen del mercado interno, y que todo parece indicar seguirá deprimido buena parte de este año.

 

POR JORGE ANDRÉS CASTAÑEDA
COLABORADOR
@JORGEACAST