Soplan vientos favorables a los movimientos progresistas en América Latina. La implementación de políticas neoliberales y de derecha en países como Chile, Argentina, Bolivia, Ecuador y México, han sido rechazadas por población en general. Por ello, una vez que la izquierda ha obtenido el apoyo popular, el compromiso de una transformación profunda a favor de la ciudadanía se vuelve una prioridad para estos movimientos.
Como resultado de esos vientos de cambio, la izquierda ha logrado altos niveles de aceptación y popularidad, sin embargo, también se ha sembrado una gran expectativa para dar solución a los problemáticas y generar mejores condiciones de vida para los habitantes de estos países.
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Ante ello, es momento que la historia de los pueblos latinoamericanos transite por el camino del bienestar, una América unida, justa, igualitaria, no puede esperar. Es necesario hacer transformaciones estructurales del modelo económico, pero también se deben hacer ajustes en los esquemas que acompañaron a los regímenes anteriores y se deben impulsar nuevos valores acordes a esta nueva época.
Especialmente, se debe impulsar un modelo de educación integral, incluyente, sin discriminación, que inculque el cuidado de las mujeres, de las niñas y el respeto de los derechos humanos. Solo así será posible dejar atrás los procesos de formación con contenidos coloniales, patriarcales y neoliberales, heredados por gobiernos conservadores.
América Latina es una región de cambios históricos, los movimientos emanados desde el pueblo han desafiado al imperialismo y a las clases dominantes. El camino no ha sido nada sencillo, ejemplos de estos movimientos que han surgido en medio de la contrarrevolución y el autoritarismo, son las revoluciones cubana y mexicana.
Los movimientos que forman parte de las luchas históricas de nuestra región, que representan símbolos de los ideales de nuestras luchas, como el de Salvador Allende en Chile.
Actualmente en América Latina existen experiencias sociales y políticas, generadas a partir del trabajo con la gente, se han creado nuevas formas de apropiación colectiva, que se oponen a las elites dominantes y a los poderes constituidos.
El resultado ha sido una fuerte reivindicación de los valores democráticos en la región. Expresiones de poder popular, participación de las comunidades y rendición de cuentas han sido enarboladas por los gobiernos de izquierda. Las más recientes expresiones de estos ejemplos las podemos apreciar en países como Bolivia, Ecuador, Colombia, Argentina, Uruguay y por supuesto en nuestro país.
La llegada de la Cuarta Transformación en México, representa para los países hermanos de la región, un faro en el camino y una posibilidad de unificación de los pueblos progresistas latinoamericanos. Esto debido a que los resultados generados por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, han tenido un respaldo social importante que se refleja en un alto índice de aprobación y es una muestra clara de que existen alternativas diferentes al neoliberalismo, justamente en un momento en el que la pandemia por Covid-19, nos pone a prueba a todas y a todos.
La transformación de América Latina es posible, y debe darse con el acompañamiento y la participación del pueblo.
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ DÍAZ DE LEÓN
VICECOORDINADOR DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE MORENA EN EL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
@LUIS_DIAZDELEON
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