Kimberly Ávila es una víctima de tentativa de feminicidio cuyo ataque estuvo presuntamente planeado por su expareja, según lo señala ella misma, y recibió seis disparos de arma de fuego que le causaron lesiones en diversas partes de su cuerpo como en la nuca, el rostro, el pecho, el tórax, el hombro y en una de sus manos; aunque por fortuna salvó su vida, la intención de su agresor muy probablemente era quitarle la vida. Ante la inacción de la justicia y el peligro inminente, el Colectivo 50+1 que aglutina a diversas mujeres de la academia, la iniciativa privada, de las artes, de la política, así como activistas de la sociedad civil y fundaciones, hicimos un atento llamado a las autoridades capitalinas para que se tomen cartas en el asunto a fin de asegurar la integridad y la vida de esta mujer que hoy se encuentra en grave riesgo. Recordemos el caso Abril, donde su agresor regresó y acabó con su vida.
Lo que llama más la atención es que esta situación está generalizada en nuestro país, pues según datos del gobierno, en los primeros siete meses de este año, se reportó la muerte de dos mil 240 mujeres en todo el país, eso significa que diariamente 11 fueron asesinadas; si la tendencia se mantiene, 2020 se convertirá en el año con el mayor número de víctimas de feminicidios.
No cabe duda que este tema debiera ser prioridad del gobierno federal y asignarle mayores recursos, debido a los alarmantes datos que indican que la violencia de género creció 24.9% los primeros siete meses del año, en comparación al mismo periodo del año anterior.
La pandemia ha revelado que los elementos del Ministerio Público no están capacitados ni cuentan con una estrategia para atender el incremento del número de casos ni recibir a las víctimas, lo que explica que la impunidad en ataques contra las mujeres ronde 96%.
Tengo la convicción de que las mujeres no somos vulnerables, sino que somos parte de un grupo que empuja el desarrollo científico, cultural, académico y económico de este país, pero nos volvemos propensas a ser atacadas cuando la impunidad se convierte en un incentivo para los violentos.
[nota_relacionada id= 1251026]En ese sentido es evidente que no hay soluciones mágicas o inmediatas que permitan transitar a una nación mucho más equitativa, es una lucha permanente que encabezamos todas desde la trinchera en la que estemos y que no conoce de ideologías ni partidos políticos. Si bien tenemos claras victorias como un Congreso más igualitario, aún quedan muchos retos que tenemos que enfrentar para lo que necesitamos programas y proyectos con visión para que tengan un impacto importante pero que también cuenten con los recursos necesarios para funcionar.
Queda claro que es necesario un cambio de mentalidad, incluso cultural, en la sociedad mexicana que permita que se visibilice a las mujeres y que nos empodere, porque ataques como el que vivió Kimberly son únicamente una muestra de un problema mucho más grave que implica acosos y abusos sostenidos que son aceptados por los demás. No normalicemos la violencia pues debe ser erradicada si queremos construir una sociedad libre donde las mujeres no se tocan, no se matan y no se violan.
POR MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO
SECRETARIA DE ASUNTOS INTERNACIONALES DEL CEN DEL PAN
@MARIANAGC
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