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Nayib Bukele, bajo el fuego político 

El presidente Bukele necesita apoyo en el Congreso, porque desde ahí es donde salen los peores ataques a su gobierno

OPINIÓN

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El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien ganó prestigio por su lucha contra las pandillas, está bajo fuego, tras ventilarse una presunta negociación del gobierno con la Mara Salvatrucha (MS-13), para reducir los niveles de violencia en el país centroamericano, y de paso ganar asientos en el Congreso.  

Según el Ministerio de Justicia y Seguridad de El Salvador, Bukele, quien asumió el poder el 1 de junio de 2019, redujo el índice de homicidios de manera significativa, de una tasa de 52 asesinatos por cada 100 mil habitantes, a 36 por cada 100 mil personas en su primer año de gobierno, basado en el denominado "Plan Control Territorial”.

El periódico digital El Faro reveló que el gobierno de Bukele habría negociado hace más de un año con la MS-13 beneficios carcelarios para sus miembros presos, a cambio de la reducción de los homicidios en el país.

El medio asegura que la negociación "bajo agua" no sólo incluiría la reducción de los homicidios, sino también el apoyo de la Mara Salvatrucha al partido político Nuevas Ideas, que Bukele ayudó a formar de cara a las elecciones de 2021.

Por cierto, Bukele es uno de los presidentes mejor evaluados en la lucha contra el COVID-19 en América Latina, pero ese reconocimiento le ha valido fuertes choques con la clase política que opera desde el Congreso –donde no tiene poder– y con la Corte Suprema que lo obligó a recortar los confinamientos, por considerar que son violatorios de los derechos humanos.

La mención toma sentido, si tomamos en cuenta que al interior de El Salvador hay una guerra abierta entre los poderes que gobiernan el país, en buena medida porque Bukele dejó con las manos vacías a los partidos históricamente dominantes (ARENA, de derecha y FMLN, de izquierda), debido a que ganó la Presidencia como candidato independiente. 

Durante su primer año de gobierno también enfrentó fuertes críticas de las ONG nacionales e internacionales, debido a sus formas de enfrentar a las maras, por ejemplo, el director regional de Human Rights Watch, José Vivanco, calificó de “crueles e inhumanas” las imágenes de cientos de pandilleros presos hacinados, semidesnudos y esposados en plena pandemia.

Pero lo que realmente causa sorpresa, no es que Bukele negocie una tregua con la MS-13, porque muchos de sus antecesores lo han hecho, para no ir tan lejos los expresidentes Salvador Sánchez Cerén y Maurico Funes acordaron treguas con las pandillas; sino que en el plano mediático, el actual mandatario se ha distinguido por su “lucha implacable” contra esos grupos. 

Para nadie es una sorpresa que las pandillas han permeado los poderes políticos en El Salvador. Sólo por citar un caso, en mayo pasado se dio a conocer que el Congreso decidió mantener la inmunidad al expresidente de este órgano de Estado y diputado Norman Quijano, quien es acusado por la Fiscalía de negociar votos con las pandillas en el marco de las elecciones presidenciales de 2014.

Lo seguro es que esta revelación dará pie a nuevos ataques de la oposición contra Bukele, quien sólo se ha pronunciado a través de su cuenta de Twitter, señalando que: “El que nada debe, nada teme”; por lo pronto, el fiscal general, Raúl Melara, abrió una investigación para determinar si efectivamente hay una negociación entre funcionarios de gobierno y las pandillas.

El próximo año, los salvadoreños deben elegir a 84 diputados al Congreso unicameral y los alcaldes de los 262 municipios, eso justificaría la presunta negociación del gobierno de Bukele, quien necesita apoyo en el Congreso, para tener un mejor margen de maniobra y porque desde ahí es de donde salen los peores ataques a su gobierno.

Si la Fiscalía determina que Bukele negoció con los pandilleros, entonces las esperanzas de los salvadoreños quedarán enterradas como ha sucedido en ocasiones pasadas, y tendrán que seguir viviendo bajo la sombra y mandato de las maras. Lo contrario, puede catapultar al Presidente y quitarles el control del Congreso. Eso es lo que se disputa. [nota_relacionada id=1236996]

POR ISRAEL LÓPEZ

ISRAEL.LOPEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX

eadp / amf