El pasado 17 de junio de 2020, se dio a conocer que México, representará a la región de América Latina y el Caribe, como integrante del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el periodo 2021-22.
Este Consejo lo conforman 15 naciones. Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia, y China tienen escaños permanentes. Los otros diez espacios son ocupados de manera “no permanente” durante un periodo de dos años por otros países y cada año la Asamblea General elige a los cinco con carácter no permanente.
De entre las facultades que ostenta el Consejo de Seguridad, considero tres que en mi opinión son las de mayor relevancia: 1) determinar la existencia de una amenaza a la paz o un acto de agresión y recomendar qué medidas se deben tomar; 2) pedir a los Miembros que apliquen sanciones económicas y 3) tomar medidas militares contra un agresor.
Tomando en cuenta lo anterior, la trascendencia de la participación de México en el Consejo de Seguridad, obligará a nuestra nación a participar en las decisiones de más alto nivel respecto a los conflictos armados que se desarrollan en diversas latitudes del mundo y fundamentalmente, tendremos la posibilidad de posicionar en la máxima tribuna internacional, la visión del Estado mexicano respecto a la ruta y estrategias que deben impulsarse para alcanzar soluciones pacíficas en los conflictos internaciones.
Ésta será la quinta ocasión en la que México formará parte del Consejo de Seguridad, la cual fue el resultado de la negociación y diplomacia ejercida por el canciller Marcelo Ebrard y del embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente. Con ello fue posible materializar una votación casi unánime de las naciones, al obtener 187 votos de 192 posibles.
Entre los temas más sensibles en los que posiblemente México deberá emitir su postura, se encuentra lo relativo al “Acuerdo Nuclear de 2015” que firmó Irán, para reducir su programa nuclear, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales. El acuerdo concluye en octubre y algunas naciones insisten en mantenerlo, lo que generará un debate interesante al respecto.
Otro tema que podría trascender para América Latina, tiene relación con la situación que está viviendo Venezuela y la crisis humanitaria que deriva de ello. En 2019, se estimó que cerca de 80 millones de venezolanos habían dejado su país para refugiarse en otras naciones, una cifra récord, al considerarse después de Siria, el país con más desplazados.
De abordarse este tema en los próximos años, México estaría obligado a profundizar en el análisis del conflicto y asumir un liderazgo ante el Consejo de Seguridad.
México está frente a una gran oportunidad para demostrar su liderazgo internacional y asumir un rol mucho más participativo en la diplomacia de nuestra nación. [nota_relacionada id=1086187]
POR GABRIELA G. JIMÉNEZ GODOY
PRESIDENTA DE LA FUNDACIO?N DIME Y JUNTOS LO HACEMOS E INTEGRANTE DEL COLECTIVO 50 +
@DIMEYJUNTOSLOHACEMOS
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