Desde hace tres semanas los incineradores ubicados en cuatro alcaldías de la Ciudad de México no dejan de funcionar. En el panteón de San Nicolás Tolentino, de Iztapalapa, las filas se forman desde temprano. En Cuajimalpa, los vecinos del Crematorio Columbario ya se quejan de la columna de humo que no cesa todo el día. En Miguel Hidalgo aumentaron la capacidad para recibir cuerpos, y en Azcapotzalco están considerando abrir un turno adicional.
Las peticiones para recibir cadáveres en los hornos se incrementaron al doble en promedio, aunque en algunos al triple. La causa de muerte más común es COVID-19, aunque en no pocos casos el acta de defunción señala “neumonía atípica”. Los reportes de medios extranjeros cuestionando la cifra de muertos en la capital del país no cayeron en oídos sordos. A diferencia de las respuestas en el gobierno federal, la jefa de Gobierno no receló de las críticas y reconoció que en la capital hay más decesos por coronavirus de los que informan noche a noche los voceros oficiales de la Secretaría de Salud. Esto se debe a que sólo se reportan las muertes de personas con prueba de COVID-19 positiva y no se considera a sospechosas.
Para intentar llegar a las cifras reales, Claudia Sheinbaum también anunció la conformación de la Comisión Cientifico Técnica para el Análisis de la Mortalidad por COVID-19, encabezada por especialistas epidemiólogos de Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Instituto Nacional de Nutrición. Esta comisión cotejará la información de las actas de defunción que emita el Registro Civil con los certificados emitidos por hospitales. Revisarán los anexos, sobre todo de muertes reportadas por neumonía atípica y, con la experiencia médica, determinarán si la causa de muerte es modificada o no.
Sheinbaum no hace otra cosa más que cumplir con lo que marca la ley. En 2013 fue modificada la Norma Oficial Mexicana para la Vigilancia Epidemiológica, la cual establece como componente la “ratificación o rectificación de las causas de muerte en aquellas defunciones ocurridas por padecimientos sujetos a vigilancia”.
Sin caer en descalificaciones a priori, la jefa de Gobierno optó por una solución más científica que política, algo que deberían imitarle en el gabinete federal. Dio un paso importante para tener datos más certeros, toda vez que en México y el mundo será imposible conocer las cifras reales de infectados y fallecidos por el nuevo coronavirus.
Por fin una acción para acercarnos más a la verdad de la pandemia, aunque haya quien se empeñe en enredarla.
CONTRASEÑA: Al adjudicarse en consorcio la construcción del tercer tramo del Tren Maya, la empresa Gami Ingeniería e Instalaciones convierte a su propietario Grupo Indi en el constructor con más obras en desarrollo en la 4T. Actualmente llevan la ampliación de la terminal 2 del AICM, la terminal de contenedores del puerto de Lázaro Cárdenas, el rompeolas de Salina Cruz, además de obras en la capital.
[nota_relacionada id=1027095]POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
CARLOSZUNIGAPEREZ@GMAIL.COM
@CARLOSZUP
eadp
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