Con la puerta en la nariz recibieron representantes de Joe Biden al emisario del gobierno de México, enviado para reestablecer la relación con los demócratas, particularmente con el hoy virtual presidente electo de los Estados Unidos.
Roberto Velasco, director general para América del Norte de la Cancillería Mexicana, viajó hace unos días a Washington con esa misión, pero resultó poco productiva su visita a la capital estadounidense, a pesar del apoyo de la embajadora Alicia Bárcena.
El equipo de Biden mandó decir a Velasco que otro día con más calma. Y, por lo que me comentan, no hay fecha para un posible encuentro, como tampoco la hay para que López Obrador reconozca públicamente al ganador de las elecciones en EU.
En el caso de Velasco no se trata de un funcionario menor. Es uno de los principales operadores del canciller Marcelo Ebrard, a quien incluso dieron el miércoles pasado las funciones de subsecretario, derivado esto de la salida formal de Jesús Seade de la SRE.
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Mediante un oficio a las embajadas de México en Canadá y EU, la depencia informó que su ex vocero ocupa desde hace tres días las funciones de encargado de la subsecretaría para América del Norte.
Recordemos que el anterior subsecretario, Jesús Seade, se separó del cargo el 11 de noviembre cuando recibió la medalla Miguel Hidalgo de manos de Andrés Manuel y una vez que buscó, sin éxito, encabezar la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Pero desde mucho antes el canciller perfiló a Velasco para esa posición, incluso tuvo una participación muy activa en la organización de la visita de AMLO a Washington para reunirse con Donald Trump, en julio pasado, y en la firma de los acuerdos para resolver el conflicto de agua con la Unión Americana.
Con esos antecedentes, Velasco viajó a principios de esta semana a la capital estadounidense. Su misión era abrir un canal de comunicación e iniciar la operación cicatriz con el equipo de Biden.
Sin embargo, por la forma en la que lo trataron, todo hace suponer que los demócratas todavía están agraviados. Nadie sabe en qué momento perdonarán a la 4T por no reconocer todavía el triunfo de su candidato.
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De cara a las elecciones para elegir gobernador en Nuevo León, Luis Donaldo Colosio Riojas se ha convertido en la manzana de la discordia de varios partidos políticos.
Institutos de todas las tendencias y colores se le han acercado para ofrecerle la candidatura, sobre todo después de que fracasó la posibilidad de construir una alianza opositora a Morena.
Lo buscaron cuando se conocieron los roces que tuvo con MC a raíz de que lo pusieron a competir con su amigo el senador Samuel García.
A pesar de eso, no hay rompimiento con el partido naranja. Lo que me dicen es que se mantiene firme y contenderá por la alcaldía de Monterrey con las siglas de MC.
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La renuncia de Alfonso Romo del Gabinete incrementó la incertidumbre que hay en el sector empresarial porque él, junto con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, era de los pocos funcionarios con el que podían tener interlocución.
AMLO se ha mantenido lejos de los hombres del dinero, incluso eso se vio reflejado en su Informe de Gobierno, en donde se hizo patente que la relación política se ha mantenido en el limbo a pesar del reciente anuncio del segundo paquete de inversiones público-privadas.
Pero la desconfianza no es de ahora. Se generó a causa de diversos errores; entre ellos, la cancelación del aeropuerto de Texcoco y obras de la propia IP, como la cervecera Constellations Brands, en Mexicali.
No son las únicas razones. Cada vez hay más motivos para mantener una relación muy distante, como la inminente desaparición del outsourcing, acción con la que se prevé sean lanzadas a la calle miles de personas.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Todo el mundo comete errores. La clave está en cometerlos cuando nadie nos ve.”
POR ALFREDO GONZÁLEZ
ALFREDO.GONZALEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ALFREDOLEZ