COLUMNA INVITADA

Sin inversión en obras no habrá recuperación

Para 2021 prevé invertir sólo 18 mil mdp en el sector carretero, lejos de 77 mil mdp de recursos públicos que se invirtieron en 2010 como medida contracíclica, después de la crisis financiera mundial de 2009

OPINIÓN

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Fausto Barajas/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México

Para 2021 prevé invertir sólo 18 mil mdp en el sector carretero, lejos de 77 mil mdp de recursos públicos que se invirtieron en 2010 como medida contracíclica, después de la crisis financiera mundial de 2009

Desde el arranque de la administración de Andrés Manuel López Obrador se descompuso el ambiente de negocios para la inversión en el país. Con la cancelación del nuevo aeropuerto, en 2018, se detonaron tres procesos: 
1. Aumentó la desconfianza para invertir en México. 
2. Inició una fase estatista-militar de desarrollo de infraestructura.
3. Se cancelaron de facto las decisiones técnicas para el desarrollo de infraestructura.
Este tercer proceso es grave, pues significa que, en vez de una planeación de dónde y cómo construir obra pública, el Presidente es quien decide de acuerdo a sus intereses, ideas y prejuicios dónde se tienen que desarrollar los proyectos, dejando a un lado elementos como los estudios de impacto ambiental, el desarrollo de proyectos ejecutivos o la viabilidad técnica-económica. 
Los tres procesos se traducen en contracción de la inversión pública y privada, así como en la pérdida de empleo; como se observa en los siguientes datos duros:

• En 2019 la formación bruta de capital se contrajo 4.6 por ciento y en los primeros 10 meses de 2020 lo hizo en casi 21 por ciento a tasa anual. En el sector de la construcción no residencial —donde entran las obras públicas— cayó 6.2 por ciento en 2019 y 21 por ciento en 2020.

• En 2019, antes de la pandemia, la inversión física presupuestaria del gobierno federal se contrajo 80 mil millones de pesos en términos reales (-11.9 por ciento), al pasar de 671 mil millones en 2018 a 591 mil millones de pesos. En los primeros 10 meses de 2020, la inversión alcanzó 521 mil millones de pesos, 54 mil millones de pesos por debajo del mismo periodo de 2018.

• En una perspectiva más amplia, la inversión física presupuestaria de 2019 fue inferior en 36 por ciento a la de 2010.  Los sectores en los que más recortó el presidente Andrés Manuel López Obrador fueron en educación con 88 por ciento de recorte; en salud, con 77 por ciento; y agua, con 65 por ciento menos. Todo esto a pesar de que AMLO tuvo a su disposición 4.1 billones de pesos en 2019, el doble de presupuesto que Calderón en 2010, con 2.4 billones de pesos.

• La Inversión Extranjera Directa se desplomó 50 por ciento en nueve sectores clave de la economía: electricidad, construcción, automotriz, transporte en ductos, industrias metálicas básicas, productos metálicos, fabricación de computadoras, transporte aéreo y comercio. Entre enero de 2017 y septiembre de 2018 en estos nueve sectores captaron 36 mil millones de dólares de Inversión Extranjera Directa. Sin embargo, en el periodo que va de enero de 2019 a septiembre de 2020, sólo se registraron 21 mil millones. Hubo una contracción de 15 mil millones de dólares de inversión.

• Con la cancelación del aeropuerto, las rondas petroleras, las subastas eléctricas y la planta de Constellation Brands en Mexicali, se afectaron 3.6 billones de pesos de inversión en ejecución y potenciales, con la consecuencia de un impacto negativo de casi 330 mil empleos.

En la perspectiva hacia 2021, preocupa que, a pesar de la crisis económica, el gobierno no salga de su letargo de inversión. Para 2021 prevé invertir sólo 18 mil millones de pesos en el sector carretero, lejos de los 77 mil millones de recursos públicos que se invirtieron en 2010 como medida contracíclica, después de la crisis financiera mundial de 2009, que, comparada con la actual, fue menos profunda y grave.

Los recientes anuncios de inversión del presidente Andrés Manuel López Obrador se quedan cortos para el tamaño de crisis que enfrentamos. Sólo suman 523 mil millones de pesos, lejos del Plan Nacional de Infraestructura 2007-2012 que contemplaba 4.2 billones de pesos actuales, es decir 8 veces lo que prevé detonar de inversión el gobierno morenista.

Sin inversión no hay crecimiento posible para México. Mientras el país siga por esta ruta, la recuperación en forma de “V” que presume el gobierno se convertirá en una “L” de caída permanente, con los costos sociales que esto implica para el bienestar de millones de personas.

Fausto Barajas
Especialista en infraestructura
@FAUSTOBARAJAS