El monstruo político que el presidente Andrés Manuel López Obrador creó en el inconsciente colectivo desde que le encontró rentabilidad electoral en sus épocas de jefe de gobierno de la Ciudad de México ha cobrado vida y se le volvió realidad muy a su pesar.
Quizá fue él mismo quien conectó a esa bestia que ahora se volverá contra él para tratar de despedazar su proyecto político de 2021 y al que, aunque lo niegue, como en la novela de Mary Shelly, lo aterroriza.
La alianza entre estos tres partidos de oposición, el PRI, el PAN y el moribundo PRD que por primera vez en la historia postularán candidatos comunes para las próximas elecciones, busca articular una muy pragmática agenda común que podría por un lado lograr el objetivo de quitarle la mayoría en el Congreso a Morena y sus aliados, el Verde y el PT, y por otro tratar de poner al presidente contra las cuerdas rumbo a los tres acontecimientos políticos que más le importan a AMLO: el “juicio a expresidentes”, la revocación de mandato y la sucesión presidencial de 2024.
Ese sería el mundo ideal, pero juntar el agua y el aceite no va a resultar tan sencillo. Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, líder nacional del PRI y artífice de este engendro anti natura tendrá que hilar muy fino no solo entre los tres sectores de su propio partido para el reparto de las candidaturas y lo propio tendrá que hacer Marko Cortés en el PAN y de las migajas que sobren, aventárselas a los “Chuchos” en el PRD.
Si de por sí cuando hay procesos internos en sus propios partidos hay desde renuncias e indisciplinas pasando por sillazos en las asambleas y hasta fugas hacia Morena, tratar de repartir un solo pastel entre tanta gente y dejar contento a todo mundo, parece realmente imposible.
A esto hay que agregar que si la gente está harta de algo, es justamente del modo de hacer política de estos tres partidos, por eso le regalaron 30 millones de cheques en blanco a Morena aunque muchos ahora se estén arrepintiendo, la pregunta de las y los ciudadanos frente a estas siglas es ¿y ahora qué van a hacer de diferente si siempre han hecho lo mismo?
La respuesta sería muy simple, pero costosa para sus egos, sus ambiciones de poder y sus carteras: buscar nuevos liderazgos tanto dentro de sus propias filas, como ciudadanos, independientes, apartidistas y ofrecerles candidaturas uninominales y plurinominales, respaldarlos en todo y sin pedirles nada a cambio, excepto el compromiso de servir de a de veras a este país tan lastimado.
Pero si en cambio, vemos en las boletas y en las listas plurinominales de este PRIANkenstein a los mismos caciques de siempre, ni se molesten en conectar a esa bestia, porque va a nacer muerta.
POR JORGE AVILÉS
JORGEAVILESVAZQUEZ@GMAIL.COM
@CALLODEHACHA