AGENDA CONFIDENCIAL

“Cupuleros” divididos

Resulta paradójico que  el CCE se haya creado – agosto de 1976-- para coordinar las políticas y las acciones de los organismos empresariales

OPINIÓN

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Luis Soto/ Agenda Confidencial/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Desde la creación del Consejo Coordinador Empresarial, hace 44 años, ningún presidente de ese organismo había conseguido poner en su contra a varios de los integrantes de la llamada cúpula de cúpulas del sector privado, como lo hizo Carlos Salazar Lomelin, después de haber firmado con el gobierno Federal un acuerdo en donde los empresarios se comprometen a resolver los abusos en la subcontratación de personal y a regularizar de inmediato su plantilla laboral.  

A los dirigentes de la Canacintra, el Consejo Nacional Agropecuario y la Coparmex, se les pararon los pelos de punta cuando se enteraron de tan penoso asunto y manifestaron que el acuerdo que firmó su líder, es un decir, dañaría seriamente la competitividad del país y llevaría al cierre de miles de micros, pequeñas y medianas empresas. Y ya encarrerados, rechazaron que se pretenda estigmatizar a los empresarios como los artífices del NO cumplimiento de obligaciones fiscales y laborales.  Y que Carlitos no meta ni las manos, les faltó decir; más aún, que haya avalado todos y cada uno de los puntos del documento.  

En el punto 4 del Acuerdo tripartita entre el sector empresarial, obrero y Gobierno Federal, se hace un llamado a las empresas que manejan nóminas para que de inmediato dejen de desarrollar prácticas irregulares perjudiciales para los trabajadores, como darlos de baja masivamente en diciembre.  Señala también que el IMSS, el Infonavit y el SAT harán un exhorto formal a esas empresas y de encontrase irregularidades o posible comisión de delitos se procederá de inmediato administrativa o penalmente.   

Resulta paradójico que  el CCE se haya creado – agosto de 1976-- para coordinar las políticas y las acciones de los organismos empresariales, ―identificando posiciones estratégicas con soluciones específicas, que contribuyeran  al diseño de políticas para elevar el nivel económico y de competitividad de las empresas, y que el señor Salazar haya dado al traste con lo mucho o poco que se consiguió en casi medio siglo, se quejan, en cortito, canacintros, coparmexes y los “ricardos” del campo mexicano. Peor aún, que la misión declarada del CCE: “Coordinar, unificar y representar al sector empresarial, preservando y fortaleciendo la libre empresa, así como los principios y valores que conduzcan a los mexicanos a un ámbito de igualdad de oportunidades, estado de derecho y democracia, sea cuestionada por la actitud de un dirigente empresarial, que en su obsesión de “tender puentes” con el gobierno Federal, terminó siendo obsecuente, primero con quien fuera Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República (Alfonso Romo) y ahora directamente con el primer mandatario.   

Ni Gerardo Gutiérrez Candiani, quien dirigió el CCE en el primer tramo del sexenio pasado y se enfrentó al todo poderoso secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de quien terminó siendo su empleado, tuvo una actitud tan servil como la de Carlos Salazar en los dos primeros años de la Cuarta Transformación, lamentan algunos de los “cupuleros”.   

POR LUIS SOTO
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