IT'S THE BEAT

La equidad dentro de la música electrónica

Desde la década de 1990, en la cual la música electrónica comenzó su viaje de popularización, veíamos que las listas de DJs eran principalmente de hombres, salvo sus contadas excepciones que volvían a las mujeres algo como un bicho raro.

OPINIÓN

·
Majo Montemayor/ Columnista de El Heraldo de México.Créditos: Foto: Especial

La equidad es una palabra que se ha vuelto parte del vocabulario diario en nuestra vida desde hace ya algunos años, particularmente la vemos aplicada en situaciones políticas, sociales y económicas, pero la realidad es que el significado debería de atribuirse en absolutamente todos los ámbitos que refleja la humanidad. 

Dentro de la industria musical hemos visto un progreso satisfactorio en la ampliación e integración equitativa desde hace varias décadas. Un claro ejemplo de ello es la coronación de distintos artistas — hombres, mujeres, de todas las razas, idiosincrasia y preferencias sexuales diversas — dentro de este espectro cultural al cual, después de determinado tiempo y logros, la sociedad considera ejemplos a seguir e ídolos que marcan tendencias, y sobre todo, llegan a formar parte del desarrollo de nuestras personas. 

La música electrónica, sin embargo, apenas está viviendo esa evolución en sus distintas ramas. Con esto no quiero decir que apenas se esté teniendo una apertura a lo antes mencionado, sino que apenas comenzamos a ver una verdadera equidad con cuestiones tan sencillas como un ranking mundial o, más serio, con un tema de cuánto cobra cada artista.

Si bien es de dominio de este nicho que la música electrónica fue el resultado de una segregación en los años 70, y que gracias a la comunidad homosexual de color en Estados Unidos tuvo una gran proyección para el mundo, el hombre siempre ha tenido mayor peso en la escena. Desde la década de 1990, en la cual la música electrónica comenzó su viaje de popularización, veíamos que las listas de DJs eran principalmente de hombres, salvo sus contadas excepciones que volvían a las mujeres algo como un bicho raro. De hecho, dentro del ranking más famoso del mundo: TOP 100 DJs de la famosa revista inglesa DJ Mag, en 1992 ganó Smokin Jo, la única mujer en haber ganado este reconocimiento en toda la historia de esta publicación.

Pero no todo es drama feminista, la verdad es que hemos visto desfilar un sinfín de mujeres en este conteo y muchas de ellas son mundialmente reconocidas por su gran trabajo y profesionalismo. Incluso, dentro de los sub géneros denominados Underground existe una tendencia en años recientes donde las mujeres son grandes representantes de esta música. 

En un tema más complejo, existe una disparidad severa en cuánto cobran los DJs. Por un lado tenemos artistas que llegan a cobrar más de medio millón de dólares por presentación… Sí, por presentarse quizás 3 horas máximo, pueden obtener sumas estratosféricas y lo peor de esto, es que gran parte de la música que llegan a utilizar no les pertenece y son obras de otros artistas que no reciben un solo centavo por dichas presentaciones ni por los costos de grandes DJs.

Es aquí donde la equidad es inexistente, y pienso que está bien que los artistas cobren mucho dinero; al final del día es su imagen, su creatividad, su esfuerzo, tiempo y más… Pero hay que ser justos y debería de existir un porcentaje de ese dinero que ganan en repartirlo con las personas que hacen posible ese éxito: ya sea el staff del artista o en este caso, a todos los demás artistas que también contribuyen a una presentación satisfactoria. 

Ojalá pronto podamos ver esa distribución más equilibrada de oportunidades, reconocimiento y recursos dentro de la música electrónica y todos los artistas que realmente valen la pena y que sí tienen talento, amor y pasión por lo que hacen.

POR MAJO MONTEMAYOR

ELHERALDODEMEXICO.COM

@MAJOMONTEMAYOR