CONTRA LAS CUERDAS

Aldo y la compuerta de Macayo

Sustituyen al Comité Nacional de Grandes Presas por Comité Regional e inundan a 160 mil

OPINIÓN

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Alejandro Sanchez / Contra las cuerdas / Opinión El Heraldo de México: Especial Créditos: Foto: Especial

Aldo, un niño de ocho años de ojos rasgados, se hizo hombre la tarde del 6 noviembre: jaló como pudo el colchón de la cama de su madre y lo arrastró más de 300 metros para ponerlo a salvo al pie de la carretera de Astapa, en la sierra de Tabasco.

Fue el día en que la Federación cerró la compuerta de Macayo para evitar que Villahermosa se inundara por completo a cambio de que el agua escurriera hacía las partes bajas de Jalpa –donde encontré al chico--, Nacajuca y Centla. Era el mal menor en el manejo de las presas, según dijo el presidente López Obrador la mañana del domingo en que sobrevolaba las zonas afectadas.

Debajo de una lluvia intensa, aquel día, Aldo y su padre, según me cuentan sus vecinos, también cargó un sillón y se puso a construir una casita de madera y lámina para resguardarse del frente frío después de que su hogar quedara debajo del agua en menos de tres horas.

--Me dicen que eres un chico muy fuerte y valiente; cuéntame ¿qué hiciste el día de la inundación?

--Ayudar a hacer la casita, traer la madera, traer a todas las cosas, sillones, camas, colchones, todo—me dice con inocencia y yo siento un retortijón.

--¿Qué has comido últimamente?

--Maneita (tamal de maíz), sandwich, pan con café, torta y otras cosas—contesta la mañana en que, en vez de encontrarlo jugando o metido en el ipad como otros niños de las zonas altas del centro de Villahermosa, lo veo acarreando leña para encender una fogata para el desayuno.

El día que hablé con su familia ni él ni su familia habían recibido todavía ayuda institucional.

La confesión presidencial, aclara la pregunta que todos se hacen en Jalapa de por qué esta vez las inundaciones fueron peor que en 2007, cuando el agua ni siquiera rebasó su cintura mientras  en la nueva tempestad el agua cubría sus cuerpos.

--Somos afortunados de haber salido vivos—me dice la mamá de Aldo, en agradecimiento con la vida. Está lejos de comprender bien las cosas.

Un día antes de entrar en la sierra, por la mañana crucé a pie el puente que pasa encima del río Grijalva, y pude constatar que la afluencia estaba por arriba de su cauce natural. El impedimento para inundar toda Villahermosa eran los muros de concreto a manera de contención que se pusieron después de 2007. 

Desde ahí y junto con mi compañera Sofía García pudimos entrevistar para el Fin de Semana en El Heraldo Radio, a Polioptro Martínez Austria, representante de la Universidad de las Américas Puebla ante el Comité Nacional de Grandes Presas conformada por diferentes instituciones públicas y encabezada por Conagua.

Este grupo de expertos se apoya entre sí para tomar decisiones de operación de los sistemas hidráulicos de México y de la gestión del agua, pero su papel se puso en entredicho luego de un pleito entre el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López y Manuel Bartlett, titular de la CFE, quienes se acusaron mutuamente de la responsabilidad de las inundaciones en el estado, cuya geografía de por sí es más agua que tierra, 60% y 40%, respectivamente. Además, toda la planicie está por debajo del nivel del mar.

--Esta vez, todo el asunto del manejo de las presas de Tabasco se dejó a un Comité Regional de Operación de Presas, que se reúne en Tabasco, así que el Comité Nacional tuvo poca información y poca participación en este caso-- nos dijo el también director de la Cátedra UNESCO-UDLAP en Riesgos Hidrometeorológicos.

--¿Desde cuándo forma parte del comité regional?

---Deben de ser unos 10 años o algo así

---Es importantísimo su testimonio, porque quiere decir que ya ha estado con otras administraciones. Entonces, ¿cómo ha sido el manejo en esta administración?

--Es donde menos información se ha tenido

Las declaraciones de este experto dan luz sobre la opacidad del gobierno de la 4T en el manejo de las presas. El Comité Nacional de Grandes Presas también ha sufrido una especie de desmantelamiento, al menos en sus funciones y en el proceso de trabajo para tomar decisiones unilaterales.

El gobierno debe una explicación en este sentido a la nación sobre la sustitución del Comité Nacional por uno Regional en el manejo de las presas, y la operación de la compuerta de Macayo, que se encuentra en los límites de Tabasco y Chiapas, para regular la cantidad de agua que transita por el río Carrizal, controlando los niveles de agua, pero sobre todo se la debe a Aldo, su familia y a más de 160 mil tabasqueños de las zonas bajas que resultaron afectados.

POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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