DESDE AFUERA

AMLO Y los méxico-estadounidenses

Ese grupo ya estaba molesto con López Obrador, por la "colaboración" mexicana con el gobierno de Trump

OPINIÓN

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José Carreño Figueras/ Desde Afuera/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

La postura del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en torno a la elección en Estados Unidos puede marcar una primera desavenencia con los intereses de la población latina en ese país, que votó mayoritariamente por el candidato demócrata Joe Biden.

Más allá de lo que se piense de la decisión del mandatario mexicano, el acaloramiento de los comicios en EU y la forma en que se dio el resultado parecerían darle la razón en cuanto a mantenerse alejado de la refriega.

Pero un puñado de jefes de Estado se ha mantenido al margen, no sólo porque toda la información señala la victoria de Biden, al que ya se considera como Presidente electo, sino como señal de la opinión prevaleciente respecto a Trump y sus esfuerzos por mantenerse en el poder.

En el caso mexicano, la situación es más complicada, por la integración social entre los dos países.

En días pasados, un reporte en el periódico político especializado The Hill, consignó la irritación de varios legisladores demócratas latinos, especialmente de origen mexicano.

De hecho, señaló que la actitud del gobierno de AMLO "enfureció" al menos al grupo de legisladores demócratas latinos (Congressional Hispanic Caucus), un grupo que ha sido estratégico para la relación bilateral, tanto porque sus miembros representan a seis de los nueve distritos electorales limítrofes con México como porque el grupo en su conjunto es influyente en la comunidad méxico-americana.

Ese grupo ya estaba molesto con López Obrador, por la "colaboración" mexicana con el gobierno de Trump para detener la llegada de migrantes centroamericanos, y porque su único viaje al exterior haya sido a Estados Unidos, en julio, a principios de la campaña presidencial, para reunirse con el mandatario estadounidense en la ceremonia de firma del T-MEC en la Casa Blanca.

Y durante ese breve viaje no tuvo contactos con representantes de la comunidad méxico-americana. De hecho, algunos dicen que los evitó.

Ahora, legisladores méxico-estadounidenses consideran que la posición mexicana es de "sumisión" a las amenazas del gobierno de EU, y que la decisión de no pronunciarse se debe más bien a una "afinidad" con Trump que al respeto por la soberanía estadounidense.

La divergencia puede ser sólo una tormenta en un vaso de agua, ante vínculos familiares y lazos históricos, o convertirse en uno de esos momentos que marcan una relación, en este caso, entre México y su diáspora, cuando los intereses de uno difieren, o parecen diferir los del otro.

En cierta medida es un poco el reflejo de la maduración de una comunidad diversa: 60% de los latinos estadounidenses son de origen mexicano, pero el número de los nacidos en Estados Unidos ya excede al de los originarios de México y la cantidad de votantes méxico-estadounidenses es muy superior a la de los mexicanos nacionalizados.

La SRE tiene el trabajo a la medida, ante una comunidad que es cada vez más importante en su país y que al paso del tiempo es cada vez menos mexicana. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1