COLUMNA INVITADA

México, Biden y el tráfico de armas

Este es un asunto absolutamente trascendental no sólo para México, al ser una de las fuentes principales que alimenta la violencia

OPINIÓN

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Jesús Ángel Duarte / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Al igual que la comunidad internacional, México tiene el deber de trabajar con toda seriedad en la nueva relación bilateral que habrá de configurarse tras los resultados de la elección presidencial en Estados Unidos, y las dinámicas emergentes que impondrá lo que será la Administración Biden-Harris, quienes ya son presidente y vicepresidente electos, respectivamente. 

Si bien existen diversas formalidades que aún están por agotarse de aquí a la toma de posesión del 20 de enero de 2021, y el Presidente Trump tiene derecho a llevar sus impugnaciones hasta el término legal, la verdad es que no existe ningún indicio que pueda modificar el destino político inmediato en nuestro país vecino; al haber triunfado en Wisconsin, Michigan y Pensilvania, los demócratas terminaron de amarrar la elección a su favor. 

Por lo tanto, conviene a nuestro país prepararse para las nuevas realidades, cambios políticos y sociales, y reacomodo de élites que se está experimentando del otro lado de la frontera. Incluso, el equipo del presidente electo ha comenzado a delinear las nuevas prioridades, en temas que nos impactarán en buena medida: manejo de la pandemia, política sanitaria, recuperación económica, comercio, seguridad, drogas, migración y cambio climático, entre otros. 

En ese sentido, una de las mayores áreas de oportunidad para el relanzamiento de la relación bilateral, es por supuesto la problemática del tráfico y venta indiscriminada de armas. 

Este es un asunto absolutamente trascendental no sólo para México -al ser una de las fuentes principales que alimenta la violencia y el poder de fuego de las organizaciones criminales- sino también para los estadounidenses, cuya sociedad ha sufrido en carne propia el fenómeno atroz de las masacres, tiroteos públicos, suicidios e inseguridad. 

Como candidato, Biden se comprometió a tomar medidas como la revisión de antecedentes de los compradores, reinstaurar la prohibición de las armas de asalto, restringir las ventas electrónicas, y otras más para evitar que el armamento de alta peligrosidad acabe en las manos equivocadas. 

Evidentemente, junto con este tema, habrá de ponerse sobre la mesa una nueva estrategia conjunta en materia de cooperación para la seguridad. Por ello, será muy importante que nuestro país diseñe un plan estratégico para estos nuevos tiempos que se avecinan, y pueda instrumentarse cuanto antes y con visión de Estado.

Es momento también de afianzar las alianzas con personajes e instituciones de peso en Estados Unidos (congresistas, gobernadores, alcaldes, medios de comunicación, empresarios, universidades, centros de investigación y líderes sociales). Por el bien de México, hagamos votos por la consolidación de América del Norte, como una región cuyos liderazgos tengan la sensatez de unir esfuerzos por el bienestar de sus pueblos. 

POR JESÚS ÁNGEL DUARTE
COLABORADOR
@DUARTE_TELLEZ