MIRANDO AL OTRO LADO

Coronavirus y el todopoderoso gobernante

Después de la versión optimista de los médicos, personal de la Casa Blanca dieron a conocer que el Presidente estadounidense está en una situación muy inestable

OPINIÓN

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Ricardo Pascoe / Mirando al otro lado / Opinión El Heraldo de México

Se acaban de publicar (sábado a la hora de escribir este texto) dos diagnósticos sobre la salud del Presidente Trump. Los médicos del Hospital Militar Walter Reed emitieron un comunicado muy optimista sobre el estado de salud, diciendo que estaban muy “contentos” con la evolución de su situación y que consideran que va en camino a la recuperación. Además, introdujeron confusión acerca de exactamente cuándo contrajo la enfermedad. Mientras se pensaba que era viernes cuando se enfermó, los médicos dieron a conocer que lo estaban medicando desde el miércoles.

Pero después de la versión optimista de los médicos, personal de la Casa Blanca dieron a conocer que el Presidente estadounidense está en una situación muy inestable y “no se ve claramente un camino cierto para su recuperación”. Agregó que las “próximas 48 horas van a ser claves” para determinar el curso que tomará la enfermedad en el caso del Presidente.  

Ante esa información francamente discrepante sobre el estado de salud del Presidente Trump, la clase política estadounidense se tensó, y los mercados bursátiles mundiales empezaron su declive. El tipo de cambio del peso mexicano inmediatamente sufrió una depreciación. 

Fox News, que apoya a Trump, trató de explicar que Trump y su personal y ayudantías siempre se habían cuidado de contagiarse de Coronavirus, mientras CNN, que es un medio crítico de Trump, deja en claro que aparentemente hay una política de “encubrimiento” de su verdadera situación de salud. El debate político se abre en torno a las crisis de seguridad nacional que se presentan con la situación.

El primer problema de seguridad nacional parte de la idea que se amplía a muchos sectores de la población de que la Casa Blanca está mintiendo acerca del verdadero estado de salud del Presidente. La salud del Presidente, de cualquier presidente de cualquier país, es un tema de interés público y de seguridad nacional. Un presidente enfermo puede poner en peligro la estabilidad de un país. Por tanto, la salud del Presidente es un asunto público.

Por otro lado, la conducción de un país y la toma de decisiones puede complicarse con un presidente enfermo. Decisiones económicas, políticas y militares están en vilo, necesariamente.

En el caso de Estados Unidos, países adversarios pueden intentar provocar incidentes y enfrentamientos cuando perciben a su oponente herido, quizá de muerte. Por lo pronto, China, Rusia, Irán y Corea del Norte son oponentes que buscarán desestabilizar la elección rápidamente.

Encontrarse en medio del proceso electoral en Estados Unidos simplemente complica el entorno nacional y lo hace más explosivo. Después del primer debate efectuado entre los dos candidatos a la presidencia, Donald Trump y Joe Biden, el martes pasado, el republicano había intentado eliminar el tema de Coronavirus de la campaña, y centrarse en las manifestaciones raciales en Estados Unidos. Hasta que Trump dio positivo por Coronavirus, y la pandemia volvió al centro de la campaña. Incluso durante el debate entre candidatos, Trump se burló de Biden por usar su cubrebocas todos los días y de hacer eventos “pequeños” por distanciamientos sociales. Se jactó el Presidente Trump de que él hacía eventos “mucho más grandes” que los de Biden, sugiriendo una mayor popularidad.    

Lo significativo, en términos políticos, es que la pandemia de Coronavirus ha alcanzado, invadido y está definiendo en una medida importante el resultado del proceso electoral. Ha abierto de nueva cuenta el asunto de que el debate sobre el uso de cubrebocas se abre otra vez. Gobernantes que se rehúsan a usar cubrebocas son negligentes y poco serios. Esto ya es una realidad mundial, y no es privativo de un único país.

Obviamente las próximas 48 horas son importantes para saber cuál es el verdadero estado de salud de Trump, según trasciende desde de la Casa Blanca. Por lo pronto, faltan 30 días para las elecciones de Estados Unidos. Y la mitad de esos días los va a pasar Trump hospitalizado, con un pronóstico incierto de cuál será su estado de salud físico y mental para los últimos 15 días de su campaña reeleccionista.

Lo que sí muestra este proceso de enfermedad del Presidente Trump es que los errores de gobernanza (pandemia, economía, seguridad) tienen una manera sorprendente de reaparecer en escena en el momento en que menos le conviene al gobernante negador. Y llegan para cobrar facturas pasadas y presentes, ante la indefensión del todopoderoso gobernante.

 

POR RICARDO PASCOE

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