OPINIÓN

Landau y la relación Estados Unidos-México

La visión que el embajador Christopher Landau tiene de la relación bilateral puede no ser nueva

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José Carreño Figueras/ Desde Afuera/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

La relación actual entre Estados Unidos y México es tan grande que los gobiernos nacionales desempeñan un papel relativamente menor, pero de enorme importancia si logran cooperar en algunos temas.

La visión que el embajador Christopher Landau tiene de la relación bilateral puede no ser nueva, pero se produce luego de casi dos años de convivencia entre dos gobiernos que parecían encaminados a chocar.

Es una formulación pragmática, como parece ser la de los presidentes de los dos países, Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador. Ambos, señaló Landau en una reciente videoconferencia, llegaron a la presidencia sobre bases nacionalistas, la crítica del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la relación económica entre los dos países.

Pero el esperado "choque de trenes" no ocurrió y a cambio los dos "hicieron una prioridad crítica de sus gobiernos revitalizar y reafirmar esa relación económica", subrayó.

Y al tiempo de afirmar que el gobierno de Trump considera que México es el país más importante del mundo para la seguridad nacional estadounidense, López Obrador "realmente comprende y aprecia la importancia de los Estados Unidos para la prosperidad y la seguridad de México", a pesar de que procede de una izquierda "generalmente escéptica".

Y si bien eso elimina un tema para su oposición interna, "no es el primer izquierdista latinoamericano en adoptar este enfoque pragmático".

Y más allá, de las personalidades y políticas de los dos Presidentes, "el tejido conectivo entre Estados Unidos y México es ahora tan profundo, fuerte y amplio que ejerce una fuerza estabilizadora propia. Nuestros dos países fueron sus principales socios comerciales el año pasado, y los lazos económicos, culturales y familiares entre nosotros ahora son tan profundos que los dos gobiernos desempeñan un papel relativamente menor".

Eso no quiere decir que no haya problemas. Pero desde el punto de vista de Landau no son algo que pueda resolverse sin colaboración: migración es uno, viejo, pero que puede renovarse si la situación económica y de seguridad en México no mejora. Pero los dos tienen interés en "disuadir" los "flujos incontrolados"  de terceros países.

Drogas y narcotráfico es otro: "durante muchos años hemos estado atrapados en un juego de culpas. Culpamos a los mexicanos por el suministro de drogas que ingresan a nuestro país. Y los mexicanos nos culpan por la demanda de drogas y el flujo de armas y lavado de dinero a través de la frontera".

Y al final, pero no al último, la sugerencia de que el gobierno mexicano ofrezca más certidumbre legal para la inversión, especialmente en la energía, y atraer así capitales de regreso a la región norteamericana.

Pero al margen de la importancia de la interdependencia y la colaboración, la relación bilateral es también asimétrica y aunque obliga a los dos gobiernos reduce los espacios del mexicano.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1