TRES EN RAYA

Alianza Federalista y AMLO rehuyen a su responsabilidad

En estos pasados años, y ciertamente para lo que se contempla en el PEF 2021, se ha incrementado el desequilibrio entre los que más aportan y los que más reciben

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Algunos gobernadores de la recientemente conformada Alianza Federalista consideran menester ir contra el presidente López Obrador con el fin de defender los intereses de sus entidades. Mientras que otros piensan que deben unirse para fortalecer al primer mandatario y mostrarle que están con él. Los primeros y los segundos, además del propio titular del ejecutivo federal, han olvidado que lo ideal es mantener a la Federación que conformamos unida, sólida y fuerte.

Las diferentes entidades federativas (31 estados y la Ciudad de México) ceden ciertas facultades al poder central para que este, a su vez, les “conceda” otras de vuelta ya transformadas, y entre todos conformar un país solidario y vibrante en sus diferencias.

Lo establecido en nuestra Carta Magna y lo esbozado por quienes han ido construyendo la patria, es que quienes puedan aportar más, lo hagan, en el entendido de que la Federación también trabajaría con ellos para seguir creciendo y mejorando la infraestructura y los servicios en sus respectivas entidades. A los estados y municipios con mayores problemas económicos y de recaudación se les fortalecería, pero también se les exigiría de acuerdo a sus capacidades.

El problema es que en estos pasados años, y ciertamente para lo que se contempla en el PEF 2021, se ha incrementado el desequilibrio entre los que más aportan y los que más reciben. Los gobernadores, particularmente los que encabezan los estados que más contribuyen, han pedido durante todo este año sostener una reunión con el ejecutivo federal para hacerle ver la necesidad de modificar los términos de dicho esquema.

Hasta ahora el presidente AMLO no se ha decidido a sentarse con ellos y solamente una vez el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, abordó el tema con los miembros de la Alianza. Al parecer no a profundidad.

El mandatario sugirió, en cambio, que hicieran una consulta popular con este fin, y los gobernadores tomaron su palabra al vuelo, coincidiendo en que se puede hacer una consulta sobre el Pacto Fiscal.

Me parece que la opción dada por López Obrador en su mañanera, en el sentido de que sean las entidades las que realicen consultas populares para determinar si se debe proceder con la revisión del pacto federal, es soslayar parte de sus responsabilidades. Sobre todo porque la autoridad federal es la que debe buscar la armonía entre los distintos actores de la República y encontrar una solución que procure optimizar los requerimientos de todos.

Adicionalmente, ¿qué necesidad tenemos de que el poco dinero que de por sí hay para el presupuesto federal se siga gastando en consultas populares?

Parte de la dificultad es que las huestes morenistas ven en los movimientos de la Alianza de gobernadores una franca desesperación. Quizá haya algo de razón en ello. Estos últimos, por su parte, consideran una prioridad no negociable modificar el pacto fiscal como ahora lo conocemos e incidir más en la conformación del presupuesto.

Los 10 gobernadores de la Alianza federalista se ufanan de gobernar los estados más productivos, competitivos y por ende, con mayor participación en los impuestos de la Federación. Andrés Manuel se jacta de tener el respaldo nacional y democrático para una Cuarta Transformación de calado histórico. Creo, por tanto, que es necesario que el pacto fiscal sea discutido por todos de una forma real, sin falsas expectativas ni solicitudes irrealizables, y pensando en un bien mayor que es la nación, sin por ello demeritar “la patria chica”. Es momento de sentarse a trabajar y entre todos encontrar un escenario INTERMEDIO de compromisos que posibilite mejorar el desarrollo nacional y a la vez permita cumplir con las obligaciones.

 

POR VERÓNICA MALO
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