DESDE AFUERA

Elecciones 2020: Trump, en desventaja creciente

De entrada, no lo ayudan el aumento de casos y muertos por COVID-19, sus choques con el establecimiento médico y científico, su renuencia al uso de máscaras y su empeño en realizar mítines masivos

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

De creer al presidente Trump, los reportes sobre el repunte de la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos son paparruchas, noticias falsas que son parte de una "conspiración de los medios corruptos".

Pero el coronavirus y la reacción de su gobierno son parte fundamental de su situación actual: a menos de una semana de la votación, sus prospectos de reelección son menores a 12% y están a la baja.

De entrada, no lo ayudan el aumento de casos y muertos por COVID-19, sus choques con el establecimiento médico y científico, su renuencia al uso de máscaras y su empeño en realizar mítines masivos.

Al mismo tiempo, los estadounidenses se preparan y temen para un periodo de incertidumbre, significado por lo que pueden ser días o semanas de maniobras legales y hasta la posibilidad de violencia. Y para bien o para mal, Trump está en el centro del huracán.

El mandatario ha manifestado repetidamente que no confía en el voto por correo que puede cuestionar legalmente el resultado de la votación y alentado a que grupos de derecha, algunos de los cuales son armados, "vigilen" el proceso electoral.  

Trump pasó los últimos 45 meses empeñado en gobernar para su base, sin esforzarse mucho por ampliarla. Y si bien eso pudiera haber funcionado en otro momento, y quizá aún tenga posibilidades de éxito traducida en una estrategia diseñada para ganar el Colegio Electoral, ahora está en el aire.

De hecho, de todo el universo de encuestas conocidas sólo las muestras de dos grupos con inclinaciones republicanas, Rasmussen Reports y Trafalgar Group, presentan resultados positivos para el mandatario.

Según los encuestadores tradicionales, la ventaja del demócrata Joe Biden es de 10 puntos promedio en general y de dos a siete puntos en al menos tres de los seis llamados estados bisagra, y competencias muy cerradas en estados tradicionalmente republicanos, como Florida y Texas.

Y en ese marco, para complicar más las cosas, son los temores al contagio de la pandemia de COVID-19 y a la reacción post-electoral de grupos derechistas los que alientan una votación adelantada sin precedentes.

Una semana antes del día de la elección habían votado ya más de 40% de los 150 millones de personas que se espera participen, y que según las encuestas, puede traducirse en un rechazo histórico a los republicanos.

Peor aún, la impresión prevaleciente es que la posible brutal derrota del Presidente estadounidense tendrá un efecto multiplicador en las campañas legislativas, con los demócratas en posibilidad de lograr una mayoría significativa en el Senado –ahora sueñan con ganar hasta ocho escaños, en vez de tres– y ampliar su control en la Cámara de Representantes.

Los politólogos estadounidenses afirman que cuando un Presidente se presenta a la reelección, los comicios se transforman en un referendo sobre su desempeño en el gobierno: la calificación previa es mala, pero aún está por ser confirmada. 

 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@HERALDODEMEXICO.COM.MX 
@CARRENOJOSE