MALOS MODOS

Por qué nos gusta el autoritarismo

Anne Applebaum presenta su libro "Twilight of Democracy", donde habla de nuestra adicción a los autoritarismos, de nuestra vocación autocrática. De nuestra inclinación a lo simple, lo monolítico: a la unidad, al precio que sea. “Nuestra” significa, claro, de la humanidad.

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México.Créditos: Especial

Periodista con The Economist o el Washington Post en su hoja de servicios, Anne Applebaum es sobre todo una historiadora de tremendo rigor y buena prosa, a la que tienes que leer si quieres entender cabalmente el horror que significó la Unión Soviética. Su libro más conocido es Gulag, una historia del sistema concentracionario leninista-estalinista, pero no menos necesario, y desolador, es El telón de acero, la crónica minuciosa de cómo la URSS se convirtió en un imperio y destruyó la vida de muchos millones de personas.

Así que cuando Applebaum decide meterse a estudiar el autoritarismo contemporáneo, más vale prestar atención. De eso va su nuevo libro, Twilight of Democracy, en el que esta sovietóloga consumada, una de las mentes más lúcidas e informadas cuando de entender la pesadilla del “socialismo real” se trata, desmenuza varios de los casos de autoritarismo de nuevo cuño, pero, curiosamente, no tanto aquellos que podríamos catalogar –probablemente con muy poca precisión– como de izquierda, casos de Venezuela o Nicaragua, como lo otros, los de, digamos, derecha. Y lo hace con una envidiable cantidad de recursos, los de la historiadora y los de la reportera. El libro viaja de la Polonia actual, un país que conoce a profundidad (está casada con un antiguo político liberal, Radoslaw Sikorski), a la Inglaterra de Boris Johnson (otro país donde vivió y trabajó durante largo tiempo), a los Estados Unidos de Trump, o sea a su país, a la España de Vox y sobre todo a la Hungría de Viktor Orban, el más exitoso caso reciente de imposición de un régimen autoritario.

¿De qué nos habla el libro? Del manualito del populista contemporáneo, que no sé si existe, pero parece que sí. Habla de cómo usar los mecanismos de la democracia para saltar el poder sin restricciones, o sea, para destruirla. Habla de líderes que agitan hábilmente el resentimiento, el odio: de la retórica de un ellos malos contra un nosotros buenos. De la descalificación violenta de los medios como paso previo a censurarlos. De las redes sociales y el uso de la mentira. Del nacionalismo, esa patología. Por supuesto, habla de los intelectuales y periodistas a modo, indispensables para legitimar ese cuartelazo sin tiros, ese golpismo light.

Pero sobre todo, y esta es, creo, la aportación más valiente del libro –porque es tal vez no un tema tabú, pero sí un tema incómodo que tendemos a evitar–, habla de nuestra adicción a los autoritarismos, de nuestra vocación autocrática. De nuestra inclinación a lo simple, lo monolítico: a la unidad, al precio que sea. “Nuestra” significa, claro, de la humanidad. El título completo del libro, de hecho, incluye esto: The Seductive Lure of Authoritarianism.

¿Les suena familiar lo que dice Applebaum? Pues sí. Igual y ya mandaron para acá una copia del manualito.

Por JULIO PATÁN.
Colaborador
@JulioPatan09