ENTREVISTA EXCLUSIVA

Conoce a las Águilas del Desierto, los héroes que salvan vidas en la frontera

Sin mayor interés que el de rescatar la vida de los migrantes que se aventuran a cruzar por el desierto de Sonora hacia Estados Unidos, este cuerpo de voluntarios se enfrenta a las dificultades del terreno

NACIONAL

·
Desde hace 12 años, esta organización se encarga de la búsqueda y rescate de personas que cruzan el desierto hacia Estados Unidos.Créditos: Instagram / Águilas del Desierto

Decía Napoleón Bonaparte que todo lo que necesita un héroe es una idea y una motivación. Y la del grupo transfronterizo Águilas del Desierto es una muy clara: salvar la vida de los migrantes que cruzan por el desierto hacia Estados Unidos, o no dejar que los que mueren queden en el olvido.

Fundada en 2012 por Ely Ortíz y 11 personas más, después de que el hermano y el primo de Ortíz perdieran la vida en el desierto de Arizona, esta organización realiza búsquedas en el territorio, ante temperaturas extremas y otros peligros con el objetivo de salvar las vidas de los migrantes que se han perdido en la zona o fueron abandonados por los coyotes.

Sigue leyendo:

Suecia pagará hasta 34 mil dólares a los inmigrantes que deseen regresar a su país de origen

Chiapas: el INM detecta a 4 egipcios y dos jordanos indocumentados que pretendían llegar Sonora en un vuelo irregular

Trump amenaza con detención numerosa tras victoria

Pero no solo salvan vidas: en muchas ocasiones, las Águilas del Desierto encuentran los cuerpos de las personas que mueren debido a las condiciones extremas, a la falta de preparación o al abandono. En ese caso, los entierran y dejan una cruz, otorgándoles dignidad en sus últimos momentos.

“Águilas del Desierto es un grupo de voluntarios que tiene la misión de tratar de rescatar a las personas que se pierden o son abandonadas en su travesía hacia Estados Unidos, cruzando la frontera, o de recuperar los restos a los que ya perdieron la vida en el intento”, explica Alberto Ortega, voluntario del grupo, en entrevista exclusiva para El Heraldo de México.

Realizan búsquedas para dar consuelo a las familias

La labor de los voluntarios inicia con una llamada hecha por amigos o familiares de personas con las que perdieron contacto en el desierto. A partir de allí, todo está guiado solo por un sentimiento de humanidad y respeto al dolor de las personas.

“Nosotros no tenemos forma de saber por qué murió una persona. Cuando encontramos un cuerpo no tenemos forma de saber si la persona era un inmigrante o era alguien que estaba haciendo otra cosa y simplemente perdió la vida en el trayecto. No hacemos preguntas porque para nosotros es una vida, es alguien que está sufriendo y tenemos que hacer algo. 

Los voluntarios atienden llamadas de auxilio de personas varadas en el desierto de Arizona y Sonora. Foto: Instagram / Águilas del Desierto

“Cuando encontramos un cuerpo, nosotros tenemos que acordonar el área, tratamos de no contaminar el área porque la consideramos una escena de crimen. Nosotros asumimos que fue alguien que iba cruzando la frontera y murió en el intento, pero en realidad no podemos saber cómo murió esa persona, o quién era”, detalla.

La magnitud del problema es casi tan grande como el desierto. Según lo que ha detectado la organización, muchas personas son engañadas por los traficantes de personas que mienten sobre el trayecto, la duración e incluso los problemas a los que se pueden enfrentar. En muchas ocasiones, simplemente los abandonan a su suerte.

El desierto tiene dueño

Las condiciones propias del desierto hacen que sea desconocido para la mayoría de la gente y, aunque no siempre existan barreras físicas, en su interior se pueden encontrar ciertos obstáculos para el paso libre.

“En el desierto hay áreas que son peligrosas, donde hay más probabilidades de que la gente pierda la vida y puede ser porque el terreno es muy difícil, porque ese camino es muy largo, entonces hay motivos por los cuales pudiera ser más peligrosa una área que otra. 

"Pero también algo que sucede y algo que mucha gente no sabe, es que el desierto no es un área abierta donde tengas acceso cuando tú quieras. Puede ser una zona militar, por ejemplo, donde no hay acceso, tenemos que pedir permiso para ir a buscar a esta persona y a veces esos permisos nos los dan en una semana, a veces en un mes, a veces en tres meses, entonces no tenemos acceso a estas áreas y tenemos que esperar”, explica.

Ortega señala que, en un ambiente tan extremo como el del desierto, donde en el día las temperaturas pueden superar los 40 grados y durante la noche pueden estar bajo cero, cada minuto cuenta para preservar la vida.

“Estás hablando de temperaturas muy extremas en el verano, en las últimas búsquedas que hemos estado haciendo a casi 41 grados centígrados, entonces caminar por millas y millas en ese tipo de calor, en un terreno donde no hay agua, no hay sombra por ninguna parte, no hay dónde protegerte, no corre el viento, no hay forma de bajar la temperatura.

“Estás hablando de áreas donde lo más seguro es que hay pumas, coyotes y otro tipo de animales desde la distancia siguiéndote, esperando que caigas, hay muchísimas víboras de cascabel, hay muchísimos escorpiones, hay jabalíes que son super agresivos, hay muchas cosas que están en contra tuya”, comenta.

Meditar antes de cruzar

Para el voluntario, quien tiene poco más de cinco años de actividad en Águilas del Desierto, la gente que decide intentar llegar a los Estados Unidos desde el desierto debe meditarlo muy bien, pues la muerte es mucho más probable que el éxito en la caminata.

Ortega destaca que, en caso de decidirlo, tomen en cuenta las enfermedades que padezcan, su condición física y que lleven calzado adecuado y un teléfono inteligente, pues esto puede salvar sus vidas.

La organización ha salvado a docenas de personas a lo largo de estos años. Foto: Instagram / Águilas del Desierto

“Yo les pediría que lo piensen muy bien, que lo piensen dos, tres o más veces, que se den cuenta de que cruzar el desierto puede ser una cuestión de vida o muerte. En el condado de Pima, en Arizona, por ejemplo, hay más de mil 500 cuerpos que están esperando ser identificados y eso es nada más en un solo condado.

“Las probabilidades de perder la vida en el desierto son muy altas, entonces yo le pediría a la gente que lo piense muy bien, que piense si de verdad tiene que irse, si está dispuesto a dejar a su familia, a sus hijos, a su esposa, a sus padres, sabiendo que tal vez nunca los volverá a ver, que nunca volverá a tener la oportunidad de abrazarlos, de estar con ellos, de pasar una Navidad o un cumpleaños con ellos”, señala.

Si necesitas la ayuda de Águilas del Desierto, puedes hacer reportes en su página oficial, mandar un correo a aguilas.del.desierto@hotmail.com, o comunicarte a los teléfonos 01 520 402 7005, 01 760 521 3768 y 01 442 207 7185.