Un adolescente de 15 años de edad se quitó la vida al interior de su hogar ubicado en el municipio de Pachuca, estado de Hidalgo. Esto después de que presuntamente fue víctima de bullying por parte de una prefecta del plantel educativo en el que estudiaba.
Y es que hasta el momento los familiares del menor han reportado que el pasado martes, una prefecta identificada con el nombre de “Pilar” de la secundaria general número 9 “Manuel Fernando Soto Pastrana” presuntamente ejerció actos discriminatorios contra el alumno. Asimismo, lo habría “jaloneado”, excluido y expuesto ante sus otros compañeros.
Por los motivos expuestos de supuesto acoso escolar —mismos que aseguran no fueron los únicos— se presume que tras salir del plantel y llegar a su domicilio, el joven decidió quitarse la vida, razón por la que ahora sus seres queridos exigen justicia.
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Tras los actos de bullying señalados en el caso del estudiante, madres y padres de familia acudieron a la secundaria general número 9 “Manuel Fernando Soto Pastrana” ubicada en la colonia La Raza, con el objetivo de exigir justicia por el fallecimiento del adolescente.
A través de redes sociales como Facebook, se ha compartido una serie de videos y fotografías en las que se muestra cómo es que la comunidad de familiares se manifestaron en las inmediaciones del plantel. En este sentido, entre sus principales peticiones se encuentra la destitución del personal señalado y del director de la institución.
¿Cuáles son las consecuencias del acoso escolar?
Tomando como referencia un artículo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el acoso escolar, mejor conocido como “bullying” es un término que se deriva del inglés y que significa “intimidar”. Por consiguiente, suele tener múltiples efectos en quienes lo experimentan.
Pese a que cada víctima lo vive de distinta manera de acuerdo a su experiencia personal, sufrir bullying en sitios que deberían ser seguros como las escuelas suele traer consecuencias tales como falta de autoestima, problemas emocionales, estrés agudo, ansiedad, depresión y en el peor de los casos, el suicidio.