Al menos 7 de cada 10 niños han sido víctima de bullying o acoso escolar en el país, de acuerdo a información proporcionada por la Organización No Gubernamental Bullying Sin Fronteras que coloca al país como primer lugar en esta problemática. Lamentablemente, gran parte de las víctimas enfrentan el proceso en silencio o no reciben el apoyo oportuno por parte de los adultos que los rodean.
Maribel Ivon Tequianez Gutiérrez, psicoterapeuta en Desarrollo Infantil, detalla que además muchos de los menores que enfrentan esta problemática no saben defenderse o no han aprendido a verbalizar y comunicar de manera eficaz a los adultos lo que les sucede por lo que es fundamental que los tutores se mantengan alerta ante un posible cambio en su comportamiento ya que sus hijos podrían ser víctima de violencia y eso podría marcarlos para toda la vida.
"A algunos niños les cuesta trabajo decir no me lastimes, no me molestes", relató Maribel Tequianez.
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¿Qué comportamiento podría alertar que los menores podrían ser víctima de violencia?
- Cambian repentinamente su comportamiento
- Les cuesta trabajo conversar lo que sucede en su escuela
- Se aislan
- Se irritan con mucha facilidad
- Se muestran ansiosos
- Se muerden las uñas
- Se jalan el cabello
- Episodios de llanto repentinos
- Cambian sus rutinas, no tienen ganas de realizar actividades
- Les cuesta trabajo dormir
- Pueden hacerse del baño
- Tener bajo rendimiento escolar
¿Qué puede provocar a largo plazo el bullying o acoso escolar en los menores?
- Trastornos de alimentación
- Trastornos del sueño
- Autolesiones
- Depresión
- Suicidio
Maribel Tequianez indicó que los casos de bullying o acoso escolar pueden llegar hasta el suicidio si no se les enseña a los menores a trabajarlo, por lo que invitó a los padres a reflexionar y prestar atención a sus hijos para apoyarlos en cualquier dificultad que puedan estar enfrentando.
"Se sienten incomprendidas (os), que no tiene motivo aparente para vivir, aunque la realidad es otra", compartió Maribel Tequianez.
Además resaltó la importancia de recibir terapía antes de la primera infancia que comprende del nacimiento a los ocho años de edad, señaló que "en la primera infancia se gestan los primeros cimientas de como el niño comienza a ser seguro y resiliente ante situaciones adversas", puede ser de gran utilidad para ayudarlos a elevar su autoestima.
"Si no se cómo acompañar a mi hijo o hija, quizá un especialista me pueda dar tips para buscar encaminar a mi pequeño o pequeña", compartió Maribel Tequianez.
Añadió que en muchas ocasiones los padres de familia dejan pasar estas situaciones pensando que el niño estará bien pero advirtió que es en la adolescencia donde se cuestionan y se generan situaciones que pueden ponerlos en riesgo, por lo que la terapia les dará herramientas que llevarán toda su vida.
"La salud mental en un niño y una niña es muy importante... para que estas problemáticas no se vuelva una bomba de tiempo", puntualizó Maribel Tequianez.