México ocupa el primer lugar en casos de bullying a nivel mundial, de acuerdo a información proporcionada por la Organización No Gubernamental Bullying sin fronteras, le siguen Estados Unidos y España. Las cifras son impactantes, pero lo que resulta más revelador es que en gran parte de los casos se pudo haber prevenido, ya que los adultos que rodeaban a los menores fueron alertados pero no le tomaron importancia o no tenían el conocimiento para manejarlo.
Los padres de familia son los primeros que podrían haber evitado si lo hubieran detectado oportunamente, Maribel Ivon Tequianez Gutiérrez, psicoterapeuta en Desarrollo Infantil, nos señala la importancia de identificar de manera oportuna las conductas o comportamientos que alertan que algo no está del todo bien en los menores y podrían necesitar el apoyo de sus padres.
“No hay padres perfectos pero hijos perfectos tampoco”, advierte Maribel Tequianez.
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¿Qué comportamientos podrían ser señal de alerta en mi hijo o hija?
Se considera bullying o acoso escolar a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico entre estudiantes, para que exista se necesita una víctima y un agresor, pero ¿qué conductas podrían ser un foco rojo en nuestros hijos y delatar que podría tener un comportamiento agresivo o incluso convertirse en bulleador?.
Les cuesta trabajo gestionar sus emociones
Maribel Tequianez explica que no toleran la frustración, se enojan, pueden hacer berrinches o referirse a las otras personas con groserías.
Tienden a comportamientos agresivos
La psicoterapeuta detalla que si estaba haciendo una plana o suma y les cuesta trabajo realizarla pueden enojarse y aventar las cosas, dicen “soy tonto, no puedo”, detalló es un “foquito rojo en nuestros niños o niñas”.
Lastiman animales o le hacen daño a otros seres vivos
Maribel señaló que el hecho de que lastimen animales o a otros seres vivos podría ser otro indicativo que no se debe dejar pasar por alto y más si lo ven como símbolo de trofeo.
Les cuesta trabajo tolerar la frustración
Relató que a menudo los menores al no poder tolerar la frustración pueden sacarla con otras personas, puede ser humillando a sus compañeros “mira ese niño se viste como niña” y es cuando los padres deben estar atentos ya que es un indicativo de que algo está pasando ahí.
"Como padre sabemos que estas situaciones si nos las llegamos a parar, los mismos niños van comenzando a empoderarse y a burlarse de los propios pequeños o pequeñas”, alertó Maribel Tequianez.
Les cuesta seguir las reglas de su propio grupo de amigos
Comentó que a veces podría parecer que otros niños no quieren jugar con él o ella pero que antes de enojarse como padres deben analizar qué está pasando porque podría ser que los demás niños no quieran jugar con el pequeño o pequeña porque no les agrada la dinámica que pretende imponer, “como no es su juego o no son sus reglas de alguna manera se va a frustrar y eso también es un indicativo” y agrega que como tutores deben buscar herramientas para integrarlos.
¿Cuál es el riesgo de no poner límites y asesorarlos en caso de detectar estos comportamientos?
"Las conductas van de menos a más", advierte Maribel Tequianez, agrega que de no poner atención el pequeño o pequeña en un futuro podría "involucrarse en ciertas conductas delictivas" y que incluso puede ser encasillado por la misma sociedad y eso derivar en que adopte conductas que no lo beneficiarán y llamó a los padres a ejercer una crianza responsable.
"Podrían propiciar que su hijo sea delincuente, tenga conductas de vandalismo, no tenga propósito en la vida, tenga adicciones", alertó Maribel Tequianez.
Maribel Tequianez: "Si aceptamos que hay algún problema en nuestro pequeños podemos erradicar estas situaciones"
Aconsejó a los padres de familia a no ofenderse ni ignorar si han recibido algún comentario de alguna maestra o maestro o familiar sobre la conducta de su hijo o hija, por el contrario que lo vean como un área de oportunidad y no como un señalamiento, que si alguien ya los alertó sobre algún comportamiento presten atención porque el niño podría estoy pidiendo ayuda.
"Si aceptamos que hay algún problema en nuestro pequeños podemos erradicar todas estas situaciones de acoso escolar o bullying a largo plazo con nuestros propios niños", recalcó Maribel Tequianez.