Según información de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, asegura que en México había 28.4 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 17 años en 2022, de los cuales el 13.1% estaban involucrados, al menos en alguna medida, en actividades laborales. Además, se registraron 17 millones de hogares, de los cuales 1.9 millones tenían al menos un niño o adolescente en dicha situación.
Tan sólo en 2022 un 15.9% de los adolescentes de 15 a 17 años, estuvieron involucrados en trabajo infantil en comparación con los niños de 5 a 9 años. Además, la asistencia a la escuela por parte de niños y adolescentes se redujo un 26.4% su probabilidad de estar en una situación de trabajo infantil en comparación con aquellos que no asisten. Además, cuando un niño o adolescente reside en una zona urbana, su probabilidad de estar en una situación de trabajo infantil se reduce en un 7.0%.
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La familia influye
El contexto familiar si existe, por ejemplo, el jefe de familia tiene educación primaria incompleta (que incluye a aquellos que no tienen ningún nivel de educación), la probabilidad es un 7.3% mayor en comparación con aquellos que tienen educación universitaria o superior.
También influye si el hogar ha experimentado algún problema que afecte sus ingresos en los últimos tres años, las probabilidades de que un niño o adolescente se integre al mercado laboral son significativamente altas. Esto se evidencia en situaciones como la disminución de precios en productos agrícolas (con una probabilidad del 26.4%), pérdida de cultivos por plagas (21.1%) e inundaciones o exceso de lluvia (15.8%).
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El contexto familiar es importante en las actividades escolares de los niños, y existen diversas investigaciones que respaldan esta afirmación. Un estudio realizado por Flouri y Buchanan en 2002 encontró que la participación de los padres en las actividades escolares, como ayudar con la tarea y asistir a reuniones de padres y maestros, estaba positivamente relacionada con el rendimiento académico de los niños.
Esto confirma que el trabajo infantil está concentrado en el sector agropecuario y sus actividades asociadas, siendo probable que los niños y adolescentes en estas actividades apoyen a sus familiares que trabajan por cuenta propia sin recibir compensación. Es esencial examinar la situación del sector agrícola mexicano para reducir o supervisar este tipo de prácticas.