Con una inmensa riqueza maderera, flora, fauna y manantiales, Jilotzingo en el Estado de México es considerado uno de los "pulmones" más importantes del Valle de México. Sin embargo, estos últimos días ha ardido en llamas y con ello está en riesgo no sólo el área verde del lugar, sino la población de este sitio y sus alrededores.
Y es que desde hace más de una semana, los incendios en Jilotzingo comenzaron en bienes comunales de Santa María Mazatla. Aunque al principio parecía un "evento normal", con el paso del tiempo fue aumentando la intensidad del fuego al grado que se ha extendido a más pueblos de la zona.
Hasta la actualización del 1 de abril dada a conocer por la Protectora de Bosques del Estado de México, este sitio junto con otras demarcaciones como Cerro del Aire en Ocuilan, San Bartolomé en Villa Guerrero y Ejido Zaragoza en Tenango del Valle era uno de los puntos que quedaban pendientes por combatir.
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Gobierno de Jilotzingo interpuso una denuncia para que se investiguen los incendios
Ana Teresa Casas, presidenta municipal de Jilotzingo, aseguró en entrevista para El Heraldo de México, que busca evitar especulaciones sobre si los incendios registrados en la región son provocados o no. No obstante, hasta el momento, ya presentó una denuncia ante las instancias competentes a fin de que se inicien con las indagatorias necesarias.
La mandataria estatal explicó que expertos en el tema le han advertido que existe una posibilidad por cada 100 de que estos siniestros "surjan de manera espontánea". Asimismo, señaló que han visto que cuando terminan de contener un incendio, bajan del monte y casi de forma instantánea, se registra otro foco en un punto alejado al que ya controlaron.
"Sí hay muchas conductas atípicas. Se ha encontrado material flamable dentro del mismo predio, los brigadistas nos lo han hecho llegar, han documentado esta situación, y por la noche se han visto a personas en vehículos a los que se les está dando seguimiento para identificarlos", explicó la presidenta municipal.
A pesar de la magnitud de los eventos reportados en Jilotzingo y de que las circunstancias en las que han sucedido aún no están claras, una de las situaciones que resalta Ana Teresa Casas es la participación activa de la población en el control de la emergencia, ya que en promedio participan alrededor de 300 voluntarios por día.
"Estoy sumamente orgullosa de la participación de las personas de Jilotzingo no sólo en eventos de emergencia, sino en mejoras para toda la comunidad. En esta ocasión se ha desbordado el apoyo en todos los sentidos", señaló la funcionaria.
Apagar los incendios como un acto comunitario
Ottoniel Mayen Moreno tiene 29 años, es arquitecto de profesión y vive con su familia en el municipio mexiquense. Los primeros días se empezó a dar cuenta de los incendios debido al olor del humo, pero con el paso de los días comenzó a dimensionar el evento por el que estaba pasando la comunidad.
Él como como decenas de vecinos de Jilotzingo, ha subido a la zona de bosques para ayudar a mitigar el fuego registrado en el área. Aunque piensa que debería ser un acto de todos los días, "Otto" se ha dado cuenta de la enorme solidaridad que tienen las personas y la motivación que comparten al tener el objetivo de frenar la catástrofe.
"Son las situaciones que te llevan al límite o incluso las que ponen en riesgo nuestra vida las que nos llevan a sacar esta parte más humana y esa parte de ser todos uno, sin colores, pensamientos ni ideologías", aseguró el joven.
Durante las jornadas que ha estado en el bosque, Ottoniel ha ayudado a abrir brechas, a mitigar las llamas con ramas, quitar basura o simplemente echar tierra. No obstante, en una de las ocasiones en las que acudió, pudo observar que en algunas partes de la zona se veía como si hubieran juntado la basura y la hubieran prendido.
"Son incendios anormales, incendios que no tienen lógica, aunque vuelen las chispas, es difícil que caigan en lugares así, necesitan ser demasiada casualidad", dijo Ottoniel.
Control y vigilancia: las necesidades de los vecinos
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Ángeles Itzel Moreno García tiene 37 años de edad y es médica de profesión. Toda su vida ha vivido en Jilotzingo y asegura que jamás había visto algún evento de la magnitud que han tenido los incendios forestales registrados en la demarcación durante estos días finales de marzo.
"Pasaron uno, dos días. Nosotros empezábamos a ver que crecía y nos daban más información de que estaba creciendo y seguía creciendo y que estaba incontrolable", expresó Ángeles Itzel.
Aunque hasta el momento, las y los vecinos de Jilotzingo no tienen demasiada información sobre las causas de los siniestros, corren rumores acerca de que dichos eventos podrían ser provocados. Sin embargo, hay algo que no se puede ocultar: los daños que ha dejado esta situación en la gente de este municipio.
De acuerdo con Itzel, durante las últimas jornadas ha crecido la presencia de humo cerca de las viviendas, lo que podría generar daños en la salud tales como enfermedades respiratorias o infecciones en los ojos. Asimismo, la calidad del aire ha ido en detrimento e incluso, las y los vecinos que viven más cerca de las personas han tenido que ser evacuadas.
Por razones como estas, la especialista en salud asegura que pese a que la comunidad ha recibido apoyo por parte de las autoridades, todavía hay acciones que pueden mejorar. Entre ellas destacan la llegada de más helicópteros con agua, material para sofocar el fuego en zonas inaccesibles y sobre todo, vigilancia en la región.
"A nosotros nos gustaría que llegara apoyo para la vigilancia, debido a que uno intenta sofocar y de repente ya te lo volvieron a prender. Entonces si esto sigue así, va ser un cuento de nunca acabar", expresó Itzel.
Otra de las preocupaciones vecinales que existen es que ahora después de los incendios forestales que se han registrado no se vaya a permitir el cambio de uso suelo para que empresas inmobiliarias empiecen a construir, ya que son conscientes de que el siguiente paso debe ser la reforestación.
La reforestación como siguiente paso
Raziel Chavarria es otro de los vecinos que está preocupado por la situación que está pasando Jilotzingo, ya que no recuerda otro hecho que haya tenido tantas consecuencias como el de ahora. De acuerdo con el también empresario, hasta el momento se han perdido centenas de hectáreas de bosques, especies de fauna han tenido afectaciones e incluso, están en riesgo las fuentes de agua del lugar.
Y es que según el testimonio de Raziel, del monte que se quemó salen los manantiales que abastecen de agua a la presa Madín, misma que se encarga de distribuir el recurso a gran parte de la Zona Metropolitana del Valle de México.
"La realidad es que nos quedamos sin muchas hectáreas de monte, de monte que además es proveedor de agua del Valle de México. Es una situación muy tremenda", expresó el empresario.
Ante este escenario, para Raziel Chavarria es de suma importancia que después del control de los siniestros, comiencen las lluvias e inicie el proceso de reforestación en el municipio mexiquense. Precisamente por ello, hace un llamado a las autoridades y a la sociedad en general para que se den cuenta de todo lo que aporta Jilotzingo a esta región del país y que los daños que sufrió a final de cuentas, afectan a toda la población.
"El gobierno estatal y federal deben involucrarse porque somos el pulmón más grande que le queda al área metropolitana de este lado. Tenemos que reforestar unidos, no hay otra manera, la población, el gobierno, la sociedad, civil, empresas, todos tenemos que aportar nuestro granito de arena", señaló el empresario.