A través de las redes sociales, una pasajera que viajaba desde Guasave a Los Mochis, denunció a presuntos extorsionadores que operan en autobuses en Sinaloa. Estos individuos, autodenominados "gente de la maña", intimidan a los pasajeros con la aparente complicidad de los conductores, quienes no intervienen por temor.
En un video ampliamente difundido en grupos de WhatsApp, se muestra el momento en que jóvenes abordan el autobús, presuntamente en busca de migrantes, y solicitan documentos a los pasajeros. La mujer que graba el video cuestiona a uno de los jóvenes, vestido con una playera roja, quien constantemente se lleva las manos a la cintura, insinuando llevar una pistola, y le dice: "Muéstremelos nada más". (se refiere a sus documentos).
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Jóvenes extorsionan a pasajeros en transporte público
En contraste con otros pasajeros, el joven se enfrenta a una respuesta firme cuando la mujer le pregunta: "¿Quién eres tú? ¿Eres funcionario público? ¿Por qué debería mostrarte mi credencial? Es un documento con datos privados", insiste ella. Desesperado y consciente de estar siendo grabado, el joven llama a sus amigos de la "maña" en busca de refuerzos y ordena al conductor: "No te vayas hasta que yo le dé la autorización".
La mujer continúa insistiendo en conocer la identidad del joven, quien se muestra bravucón. Otro joven ingresa al autobús, intenta obstruir la cámara y prohíbe la grabación, alegando que "no está permitido". La mujer cuestiona esta restricción, pero el joven reitera su negativa de manera tajante. El joven advierte que le quitarán el teléfono:
“La neta le vamos a quitar el teléfono, no tiene permitido grabar”.
El otro cuestiona: ¿Le marcó a los plebes? El video termina con la mujer enfrentando una situación que se está volviendo cada vez más común en las carreteras de Sinaloa. Se trata de un fenómeno que el gobernador Rubén Rocha Moya reconoció hace algunos meses, cuando anunció que solicitaría el apoyo de la Guardia Nacional para abordarlo.
Sin embargo, parece que la actividad de la "maña" continúa sin control. Estos jóvenes, de entre 17 y 23 años, se sienten empoderados para actuar a su antojo en los autobuses sin que ninguna autoridad intervenga.
EDG