El arresto de Joaquín “El Chapo” Guzmán representó un duro golpe para el cártel de Sinaloa, aunque solo en el círculo más cercano al entonces narcotraficante más buscado en el mundo, ya que la operación del grupo de la delincuencia organizada sigue con el tráfico de drogas ilícitas sin afectar los ingresos que ahora administra “El Mayo” Zambada y los hijos de Guzmán Loera, los llamados “Chapitos”.
En el país, el cártel tiene presencia en al menos 12 de los 32 estados, según cifras de la BBC, además de estar presente en 50 países alrededor del mundo, de acuerdo con datos del gobierno de Estados Unidos; y aunque uno de sus fundadores cumple cadena perpetua, el grupo criminal sigue gracias a un plan que llevan a cabo.
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¿Por qué el cártel de Sinaloa sobrevive aún sin “El Chapo”?
La manera como opera el cártel de Sinaloa es a través de una estructura que se asemeja como cualquier otra empresa, destacó José Reveles, experto en el narco y autor de libros como “El Chapo”: entrega y traición”. El escritor afirmó para el medio citado que la organización trabaja como lo hacen los corporativos internacionales.
Al respecto, Alberto Islas, director de la consultora en seguridad Risk-Evaluation, indicó en su momento que una de las razones para que el cártel de Sinaloa tenga éxito es por operar en un sentido como empresa y no como una organización dedicada a realizar actividades criminales.
De esa manera, el grupo del crimen organizado mantiene varios “departamentos” donde los integrantes tienen definidas sus actividades, como por ejemplo los encargados de las cosechas de marihuana y goma de amapola, donde los campesinos son contratados por los narcos, los trabajadores dependen del grupo criminal.
Así opera el cártel de Sinaloa
Reveles relató que en una operación encubierta por parte del FBI, un par de agentes que fingieron ser compradores de cocaína para llevarla a España, lograron tener una entrevista cercana con “El Chapo” Guzmán en la sierra de Sinaloa. Los agentes indicaron quedar sorprendidos por que el capo estaba “rodeado de gerentes”.
“Estaba el de rutas, el de producción, el de comercialización internacional y el de lavado. Le preguntó a los supuestos compradores dónde querían la droga y de qué parte necesitaban que se la enviara”, dijo citando a los agentes. Sin embargo, el grupo criminal suele modificar el sistema de distribución: desde camiones, túneles, aviones, ferrocarriles e incluso por mar, aunque la forma para transportar la droga sigue en constante cambio.