El caso de Andrés Roemer, acusado de abuso sexual en la CDMX, es un precedente en las relaciones diplomáticas entre México e Israel, pues entre ambas naciones no existe el convenio de extradición y, sin embargo, se está gestando la posibilidad de que el expresentador de TV Azteca enfrente la justicia en México.
Hasta el momento, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) cuenta con 11 carpetas de investigación contra Roemer Slomianski; asimismo, se sabe que el ex embajador de México ante la UNESCO se encuentra en Israel, país donde ha evadido la justicia por tres años pero, con el pasar del tiempo, se ha perdido de la óptica mediática las voces de las víctimas.
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Casos contra Andrés Roemer
Todo inició con la denuncia pública de Itzel Schnaas, quien advirtió que Andrés Isaac Roemer Slomianski, más allá de tener conductas inapropiadas con ella, quiso perpetuar un mecanismo reiterado de abuso sexual y tráfico de influencias cuya finalidad era obtener ventaja sobre su cuerpo.
Después, salieron más denuncias como esa, de tal modo que en medios de comunicación se acumularon hasta 64 testimonios en los que se apunta a Roemer como un presunto abusador sexual. Posteriormente, se materializaron en 11 acusaciones ante la FGJ-CDMX por acoso, abuso de poder y violencia sexual.
En consecuencia, Andrés Roemer huyó a Israel y, desde 2021, se encuentra ahí, lejos de la acción penal de la Fiscalía de la Ciudad de México.
Modus operandi de Andrés Roemer
Con el pasar de los meses, las acusaciones contra Andrés Roemer se fueron acumulando, a tal punto que la dramaturga Sabina Berman estableció contacto con cuatro víctimas de abuso de Roemer y les preguntó por el actuar del excolaborador de TV Azteca.
Fue así como entre los testimonios de Monserrat, Sofía, Itzel y Mariana se pudo registrar un patrón de conducta reiterado por parte de Andrés Roemer para realizar sus presuntos actos de abuso sexual, donde lo primero que se destaca es que el pretexto del primer contacto es para una oferta laboral.
La entrevista múltiple de Berman Goldberg, difundida en Canal Once, muestra que el egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), estaba consciente de que lo que hacía no era correcto, pues presuntamente violentaba la autonomía y libertad de las víctimas.
- El anzuelo. Inicialmente, Roemer citaba a las víctimas en un lugar público para hablar de trabajo.
- La primera mentira. Justo el día de la entrevista, y de manera intempestiva, cambiaba la locación de la reunión a un sitio privado donde él se sintiera cómodo.
- Los "halagos". Una vez a solas, Andrés Roemer erotizaba a su interlocutora por medio de cumplidos lascivos.
- Inicia la agresión. Ante la negativa y la no correspondencia del tono erótico de la plática, sin consentimiento alguno, Andrés Roemer realizaba tocamientos del cuerpo de la víctima (lugares como hombros o piernas).
- Ratifica su control. Ante la negativa, las víctimas señalaron que Roemer insiste con su conducta y pareciera que "no entiende de razones", pues agregó otras conductas (exposición de su pene o masturbación).
- Amenazas. Ante la probabilidad de denuncia, Roemer presuntamente amenazó a las víctimas con "destruir" sus carreras, pues supuestamente los contactos del itamita llegaban a instituciones públicas y privadas de diferentes industrias, por lo que un señalamiento en su contra representaría el fin de la vida profesional de ellas.
- Conciliación. Finalmente, Roemer hacía que una tercera persona (especializada o destacada en el ramo que se desempeña la víctima) intercediera por él, ello para llamar a la conciliación entre partes antes de que se llegue a una instancia legal.
Fue así como cuatro mujeres describieron la presunta agresión de Andrés Roemer.