Susana Prieto, diputada federal, acaparó la óptica política al manifestar su salida de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ello por sentirse aislada tras impulsar la reforma que plantea reducir la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas.
De acuerdo con la abogada laborista, esta iniciativa no planteaba "descubrir el hilo negro", pues emana de exigencias sociales que llevan más de un siglo en la boca de las y los obreros de México y, simplemente se trataba de plasmar en la Constitución lo que en muchos países del mundo ya se aplica.
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La salida de Prieto Terrazas no llegó de manera intempestiva, de hecho se presentaron muchos antecedentes en los que, poco a poco, se notó un desplazamiento de la diputada en relación a la aprobación (que aún no llega) de la reforma que ella mismo atrajo a la Cámara de Diputados.
Lo primero que manifestó, fue el inagotable aplazamiento de la discusión de la reforma en el Pleno de San Lázaro, pues esta reforma la presentó la diputada Prieto en octubre de 2022; después, como dicta el proceso legislativo, fue llevada a la Comisión Constitucional de la Cámara de Diputados, donde se dictaminó hasta abril de 2023.
Después de ello, sólo se han realizado foros periféricos a la reforma y, de manera inédita, se llegó a proponer que el dictamen sea vuelto a modificar antes de que llegue al Pleno. Cabe destacar que esto es contrario al proceso parlamentario, ya que, cuando una iniciativa pasa por la Comisión correspondiente, se convierte en "dictamen" y de ahí se tiene que discutir en el Pleno.
Es así como ha operado la Cámara de Diputados desde que se creó, es decir, nunca en la historia de México un dictamen ha sido regresado a Comisiones para ser dictaminado por segunda ocasión, por lo que, ante el ambiente político que se formó con esta iniciativa y sentirse abandonada por Morena, la diputada decidió formalizar su salida de Regeneración Nacional.
Susana Prieto: con el viento en contra
La primera traba que encontró la diputada para aprobar la iniciativa fue por parte del Partido Acción Nacional (PAN), pues se trató de la única bancada de la Cámara de Diputados que no votó en favor de la iniciativa durante la dictaminación. Esto quiere decir que incluso el PRI, el PRD y MC votaron en favor de la reducción de la jornada laboral en comisiones.
Después, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en San Lázaro (presidida por un panista) propuso que, antes de que la iniciativa llegara al Pleno, se hicieran foros a Parlamento Abierto para escuchar a otras voces sobre la reducción de la jornada.
En dichos foros, las representaciones patronales insistieron en que "no era tiempo" de reducir la jornada laboral, a pesar de que todos los demás participantes (trabajadores, académicos, sindicalistas, psicólogos, economistas y demás especialistas) presentaran argumentos en contra.
Aún después de estos foros, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso otra ronda de discusión, pero ahora en formato de "mesas de trabajo", donde las secretarías del Trabajo (STPS), Gobernación (Segob) y Hacienda (SHCP) pudieran participar.
Entonces, todas estas discusiones extraparlamentarias han robado el tiempo de legislar y aprobar dicha iniciativa; aunado a ello, cabe destacar que la diputada Prieto no fue invitada a participar en la última ronda de mesas de trabajo para la reducción de las horas trabajadas a la semana.