La vida en prisión para las mujeres suele enfrentarse a algo que los especialistas llaman "doble abandono", pues las instituciones suelen ser más negligentes para garantizar el pleno ejercicio de sus derechos y, al mismo tiempo, por parte de sus seres queridos y familiares, pues, en comparación, los hombres reciben más visitas que las mujeres.
Por ello, los centros penitenciarios femeniles carecen de las instalaciones y condiciones adecuadas para que ellas puedan ejercer libremente su sexualidad ni garantizar su salud reproductiva; por ello, se planteó una iniciativa para revertir esto.
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Buscan garantizar derechos sexuales y reproductivos de mujeres en prisión
Laura Ballesteros, senadora por Movimiento Ciudadano (MC), propuso que las mujeres privadas de su libertad en cárceles mexicanas puedan ejercer libremente su sexualidad y que, al mismo tiempo, se garantice su salud reproductiva.
"A las mujeres privadas de la libertad en un centro penitenciario, se les restringen y limitan sus derechos y libertades, entre los que se encuentran los sexuales y reproductivo", advirtió Ballesteros Mancilla para justificar su iniciativa.
Para garantizar esta modificación legal, la senadora propuso modificar la Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP) para que las mujeres puedan tener visitas íntimas bajo condiciones que garanticen su salud sexual y reproductiva.
"Quienes accedan al régimen de visitas íntimas, tendrían asegurado su derecho a la libertad y control sobre su sexualidad, su salud sexual y reproductiva; así como a decidir libremente en estos aspectos, sin coerción, discriminación o violencia, en igualdad de condiciones y con pleno respeto a la integridad personal, el consentimiento y la autonomía"
Dicha iniciativa fue enviada a las comisiones unidas de Justicia y de Estudios Legislativos Segunda, para que se someta al proceso de dictaminación correspondiente y después sean direccionadas al Pleno del Senado para su votación final.
Mujeres en prisión
Cabe destacar que, conforme a lo planteado por Laura Ballesteros, los centros de reclusión deberán contar con las instalaciones adecuadas y los artículos necesarios para satisfacer las necesidades sexuales y reproductivas propias de su género.
Además, se propone que las mujeres reciban la atención médica especializada, correspondiente con sus características físicas y biológicas, que atienda a sus necesidades específicas y sea adecuada, suficiente, en instalaciones y con el personal y recursos idóneos, higiénicos y apropiados.
Finalmente, la legisladora federal recordó que, de acuerdo con datos del Inegi, del total de las prisiones en México, sólo 11 son para mujeres, por lo que esta población se encuentra repartida, además de en centros femeniles, en cárceles mixtas y varoniles.
Esta condición se traduce en que las mujeres privadas de su libertad por el Estado, en muchas ocasiones, no tienen acceso a instalaciones ni a personal pensado en satisfacer sus necesidades mínimas de higiene, sanitaria o de condición sexual.