El Senado de la República decidió respetar el calendario ordinario del último periodo de sesiones de la XLV Legislatura, por lo que solamente habrá 25 sesiones ordinarias, donde se deberán desahogar todos los pendientes que le competan a la Cámara Alta al cierre del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
De acuerdo con lo señalado por la Mesa Directiva de la Cámara Alta, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) promovió un acuerdo para que el calendario estableciera únicamente las 25 sesiones ordinarias que se tienen planeadas con regularidad y que terminarán en mayo, con lo cual se dará fin a la Legislatura actual, entrará en vigor la Comisión Permanente y se realizará la transición a la integración de la LXVI Legislatura.
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El acuerdo programó nueve sesiones en febrero, siete en marzo y nueve en abril. En el calendario se contempla la sesión de clausura el 30 de abril. Además, se advierte que la mayoría de éstas se realizarán en martes y miércoles.
Pendientes del Senado
La Cámara Alta tiene diversos pendientes heredados de periodos de sesiones anteriores como el que tienen en materia de marihuana y cannabis; asimismo, las determinaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) obliga al Poder Legislativo realizar las armonizaciones legales necesarias para que sus iniciativas aprobadas no contravengan a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Además, existe el pendiente particular de la reforma a la jornada laboral, para reducir de 48 a 40 horas trabajadas por las y los empleados de México. Esta iniciativa se planteó en octubre de 2022 y ya estaba lista para ser votada en el pleno de la Cámara de Diputados desde abril de 2023, pero por diversas causas, se ha prolongado su votación.
En este sentido, se recuerda que, después de que la iniciativa sea aprobada en San Lázaro, debe ser ratificada en el Senado, por lo que deberán de apresurarse para tener a tiempo esta iniciativa.
Como si esto no fuera suficiente, el presidente López Obrador presentó un paquete de 20 reformas (18 constitucionales y dos legales) donde se plantea cambiar la relación del gobierno y las instituciones con sus funciones en diferentes áreas como el sector de hidrocarburos, electoral, eléctrico, de pensiones para el retiro, de vivienda, de programas sociales, medio ambiente, sector minero, entre otros.
Dichas modificaciones, además de representar un reto para los legisladores en general, obliga a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a negociar con los partidos de oposición, pues los cambios a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) sólo pueden ser una realidad si son aprobados con mayoría calificada, es decir, dos terceras partes de ambas cámaras.
Y como a Morena y sus aliados en el Congreso (PT, PVEM y PES) no les alcanza, deberán arreglar detalles con sus pares del PRI, PAN, PRD y MC para poder conseguir la cantidad de votos mínimos necesarios. Finalmente, en caso de que no consigan llegar a los acuerdos necesarios, estas iniciativas se 'heredarán' a la siguiente legislatura.