Desde que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) alertó por los bajos índices de suministro hídrico en México, la ciudadanía ha manifestado su preocupación por saber los riesgos que esto podría tener en su vida diaria. Por su cuenta, las autoridades comenzaron una serie de recortes periódicos al servicio para administrar mejor este recurso natural.
Es en este contexto que el gobierno mantienen un informe continuo sobre el abasto y llenado de las presas en la república, donde más de la mitad están igual o menor al 50% de su capacidad y, hasta que no vuelva a llover, se estima en poco más de 140 días de abasto hídrico en el Sistema Cutzamala, principal abastecedor de agua de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
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Enfermedades por falta de agua
Con la escasez de agua, se pueden presentar condiciones adversas para la salud humana por dos razones; la primera de ellas es que, por el poco consumo de agua potable se manifiesten padecimientos y enfermedades en el individuo; asimismo, el aprovechamiento de estancamientos de agua puede tener como consecuencia otras enfermedades y poner en riesgo a una o más personas.
¿Qué le pasa al cuerpo cuando no se toma el agua suficiente?
- Piel seca y sin elasticidad
- Estreñimiento
- Calambres
- Fatiga
- Confusión y desorientación
- Dolor de cabeza y migrañas
- Hipertensión
- Problemas renales
Cabe destacar que mientras la falta de consumo de agua se prolongue, los malestares podrían agudizarse y, particularmente los problemas del corazón y riñones podrían representar daños significativos a la persona. Además, si la falta de agua se mezcla con la exposición a altas temperaturas, el individuo podría sufrir un golpe de calor y morir por deshidratación.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el clima y la infraestructura es el principal problema para que las comunidades, pueblos, ciudades o cualquier asentamiento humano no tenga acceso al agua, por lo que, además de señalar la escasez como un problema comunitario, recomiendan mantener tareas continuas en mantenimiento y saneamiento de los diferentes sistemas de abasto.
Tomando en cuenta estas medidas, se puede garantizar el abasto de agua potable y que ésta no esté contaminada. En caso de que las fuentes de agua o los sistemas de transportación estén contaminados, las personas pueden quedar expuestas a otros tipos de enfermedades producidas por hongos o bacterias.
¿Qué pasa si se bebe agua contaminada?
En algunos países que tienen baja infraestructura hídrica, es usual que los asentamientos humanos reciban agua de mala calidad cuando hay tiempo de sequías.
Particularmente en el sur global aún existen problemas de cólera y diarrea y, tanto los niños como las personas adultas mayores son las que mayor riesgo corren.
Actualmente, hay poco más de 20 presas que trabajan a menos del 10% de su capacidad, lo cual puede representar un riesgo en el abasto efectivo. De éstas, se puede ver una concentración al noroeste de México, particularmente en los estados de Chihuahua, Durango y Sonora, lo cual podría ser un indicador para que las autoridades presten atención a la salud de las personas en razón de su salud y probable deshidratación.