8 M

Maternidad y crianza feminista: 5 historias que narran la complejidad de la nueva educación

Mamá feminista es una organización que cree que ser madre debería ser una decisión y no una imposición del sistema

NACIONAL

·
El común denominador en la crianza feminista son los retos que enfrentan las mujeres que la ejercen. Créditos: Especial.

En un mundo en el que el rosa es para niñas, los carritos de acción para niños y en el que se culpabiliza a las madres si las cosas no salen así, es como han tenido que ejercer la maternidad alrededor de 38 millones de mujeres en México, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). 

Y es que en nuestro país, al cuarto trimestre del 2022, se contabilizaron alrededor de 56 millones de mujeres de 12 años y más.  De dicho número, el 67% está maternando. Pero, ¿qué pasa cuando se hace desde el feminismo

En El Heraldo de México realizamos una serie de entrevistas a cinco mujeres que lideran Mamá Feminista, una organización que cree que ser madre debería ser una decisión y no una imposición. Por ello, da acompañamiento tanto a mujeres que quieren abortar como a aquellas que buscan criar con perspectiva de género. Esto fue lo que encontramos. 

Sigue leyendo: 

8M: 3 libros escritos por mujeres que te ayudarán a entender el feminismo

Violencia de Género dentro de la lucha contra la Violencia de Género

¿Se puede criar a niños desde el feminismo? Cielo cuenta su historia

Cielo es la fundadora de Mamá Feminista. Créditos: Especial 

Cielo es una mujer de 38 años de edad, es profesionista y su principal hobby es la música. De hecho, le gusta el metal, ama cantar y considera que su mayor misión en esta vida es "ayudar a otras mujeres", una tarea que ha seguido a través de la organización que ella misma fundó: Mamá feminista

Uno de los grandes motores que tuvo Cielo para aliarse con otras mujeres fue el que es madre de un niño de ocho años de edad. Sí, un niño. Y es que por muy extraño que pudiera parecer, el patriarcado es un sistema que además de violentar a las mujeres, atraviesa a los hombres. 

En este sentido, además de aplicar el feminismo en la crianza de una forma en la que su hijo pueda distinguir los privilegios que tiene sólo por ser hombre, Cielo también pretende ayudar a liberarlo de todas las reglas que se le han impuesto a este sector de la población y que se traducen a aspectos tan básicos como decir que los niños no lloran y que sólo deben vestir azul. 

"Aunque casi no se habla de ello, el machismo también les hace daño a los hombres porque recarga mucha responsabilidad sobre sus hombros: tú debes ser el proveedor, tú tienes que ser el sostén, tú tienes que ser el fuerte y no es así", aseguró Cielo.  

¿Se puede maternar sin tener hijos? la historia de Lu

Lu decidió no tener hijo. Créditos: Especial.

Lu es una joven de 33 años de edad a la que le apasiona escribir y se dedica emprender. Aunque ella decidió no tener hijos, tiene la fuerte convicción de que las maternidades son responsabildiad de toda la sociedad y no sólo de las mujeres que eligieron procrear. 

Para ella, la raíz del problema de la sociedad patriarcal se encuentra en las violencias que viven las mujeres que son mamás y no sólo porque la voz de sus niñas, niños y adolescentes debe ser escuchada, sino porque también ellas como mujeres han sido oprimidas y relegadas únicamente porque ejercieron su derecho a decidir.  

"Si estás en un sistema en el que tienes a las mujeres pariendo y criando, ¿por qué las están relegando tanto?, ¿por qué las haces tan irrelevantes?,  ¿por qué les quitas posibilidades?, ¿por qué les complicas cada tarea que tienen que hacer?, expresó Lu. 

¿Se puede ser mamá y tener amigas? La historia de Rubí

Rubí aprendió que en el feminismo se puede hacer amigas. Créditos: Especial.

Rubí es una mujer originaria de Querétaro. Aunque en un principio únicamente se dedicaba a ser ama de casa y mamá, el sentirse sola la motivó a buscar en el feminismo a más mujeres para hacerlas sus amigas. Así fue como se dio cuenta que más allá de ser madre de una joven de 19 años, es una profesionista que ama jugar con su perrita y cuya pasión es enseñar. 

"Antes yo me dedicaba a ser ama de casa y a ser mamá, pero me sentía muy sola. Entonces me metí a grupos feministas porque yo quería conocer mujeres y tener amigas, esa parte a mí me faltaba, advirtió Ru.

Aunque al principio tomar esa decisión le trajo problemas con su pareja, debido a que él pensaba que eso la distraería de realizar sus "tareas de cuidados", una de sus principales motivaciones que la orillaron a hacerlo fue su misma hija, porque ella buscaba que la joven se sintiera segura sin sentir miedo a ser juzgada. En una palabra, Rubí quería que el ser que ama fuera libre. 

Integrante de la organización en la marcha del 8M. Créditos: Mamá Feminista. 

¿Se puede destruir el amor romántico desde la maternidad? Susana lo hizo

Susana encontró en el feminismo una forma de romper el sistema. Créditos: Especial.

Susana es una mujer de 39 años a la que le encanta leer y disfruta mucho tomar talleres. Su interés por el feminismo surgió del deseo de que su hija —quien actualmente tiene 18 años— no creciera entre un sistema que fomenta el machismo la heteronormatividad y el amor romántico.

Por ello, a lo largo de todos estos años, Susana le ha inculcado a su hija que siempre priorice a las mujeres de su entorno y que así contribuya a que no se sientan solas. Busca que tanto ella como sus sobrinas y jóvenes cercanas tengan la certeza de que siempre estará alguien ahí para apoyarlas. 

"Amo ser mamá porque sé que tengo una red atrás y sé que además de mis amigas, las mujeres de mi familia también estamos apoyándonos. Entonces, cuando es así es más sencillo llevar la crianza", señaló Susana.

No obstante, en todo este andar uno de los mayores retos a los que Susana se ha enfrentado es al de las críticas por parte de personas externas, quienes cuestionan el por qué a su hija la educa a través del feminismo e incluso, la señalan por llevarla a las marchas argumentando que en ellas sólo "se pintan paredes y se destruyen monumentos". 

¿Se puede maternar en libertad? La historia de Nora

Nora confía en la crianza con libertad. Créditos: Especial.

Nora es una joven de 33 años a la que le encanta leer y cuyo mayor pasatiempo es consentir y hacer sentir libre a su hija. Siguiendo el famoso lema de la muñeca Barbie, ella busca que la casi adolescente de 11 años de edad "sea lo que quiera ser" y por eso se enfuerza en darle herramientas necesarias para conseguirlo. 

"Ella no sigue el papel típico de una niña femenina, pero ella sabe que puede ser lo que quiera ser y está bien. Que ella pueda desarrollar, inventar y crear todo lo que ella quiera, entonces en ese sentido, que sea más libre", expresó Nora.

Prueba de su seguimiento de enseñanza es que su hija decidió llevar pantalón en lugar de falda a su escuela y aunque al principio se enfrentó a las críticas de las demás familias y a los cuestionamientos de sus demás compañeros, ella está segura que maternar desde la libertad hará infancias más felices. 

El común denominador en la maternidad feminista: los retos 

El común denominador en las madres son los retos que enfrentan. Créditos: Mamá feminista. 

Hoy hablamos de cinco historias distintas con contextos diversos. Sin embargo, al ejercer su maternidad — o decidir no hacerlo —desde el feminismo, Cielo, Lu, Rubí, Susana y Nora han tenido comúnes denominadores que se traducen a retos. Esos mismos que incluyen el poner límites con sus familias, enfrentarse a la incomodidad de la sociedad o incluso, priorizarse a sí mismas. 

Y es que en un contexto como el de México en el que según el INEGI, en el año 2022, más del 75% de las personas encargadas de las tareas de cuidados en los hogares son mujeres, empezar a pensar primero en ellas y en apoyar a sus comúnes, parece ser un acto revolucionario cuando en realidad tendría que ser parte del derecho a tener una vida libre y digna. 

Ante la violencia de género que hace que más de las dos terceras partes de las mujeres en nuestro país hayan sido víctimas de una agresión a lo largo de sus vidas, el feminismo en la maternidad ha ayudado a que quienes conforman este sector de la población se vean a sí mismas como personas y no sólo como cumplidoras de un "rol" que históricamente la sociedad las ha obligado a seguir.