EN BÚSQUEDA DE UNA REGULACIÓN Y PROFESIONALIZACIÓN

"Manual del buen lobista": qué hay detrás de la actividad de influir en los que toman las decisiones

Los hermanos Jorge y José María Fernández Rúa buscan con su obra profesionalizar el trabajo de cabildo a través de una perspectiva de transparencia y participación ciudadana

NACIONAL

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El arte de cabildear, de convencer para aprobar leyes o regulaciones Créditos: Inteligencia Artificial / Picsart

Imaginemos que la punta del iceberg son las leyes que regulan la sociedad mexicana. Detrás de esas normas existe todo un mundo de decisiones que los legisladores van adoptando. A través de redes sociales o medios de comunicación, la ciudadanía únicamente se entera del resultado obtenido, sin embargo, se desconoce el proceso comunicativo y lucha de intereses que tuvo que realizarse, mismo que podría influir en sus vidas. 

A ese flujo de decisiones que actualmente cuenta con toda una industria y maquinaria bien aceitada se le conoce como “lobby”. Paradójicamente, a dicha actividad que en México es identificada como “cabildeo” y ha funcionado como una herramienta fundamental para concretar leyes a lo largo de la historia, en muchos sitios no tiene una ley que sirva para regular. 

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Por ello es momento de colocarnos en la posición de un faro de luz y alumbrar aquella zona de sombras que ha sido relacionada a la corrupción y al conflicto de intereses. 

Imaginemos que la punta del iceberg son las leyes que regulan la sociedad
Foto: Inteligencia Artificial

¿Qué es el lobby? del origen despectivo a una oportunidad de participación ciudadana

Los hermanos Jorge y José María Fernández Rúa, autores de la obra “Manual del buen lobista” charlaron en entrevista con El Heraldo Digital para adentrar a los lectores y a los no tan lectores al mundo del cabildeo, conocer su nacimiento, su consolidación y los retos que hay hacia el futuro para profesionalizar el oficio y dotarlo de buenas prácticas. 

Siempre debe de iniciarse con el origen y para los especialistas españoles el “lobby” debe estar relacionado con la participación de la sociedad civil. “Más allá de las elecciones que se hacen cada 4 o 6 años, lo que te debe permitir el cabildeo es participar en un sistema para que tú tengas una interlocución con los actores políticos que tomarán decisiones que te van impactar a ti de forma personal”, comparte José María, con grado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid. 

Portada del libro "Manual del buen lobista"
Foto: Cortesía

La leyenda narra, que en uno de los centros de poder más famosos del mundo, como lo es Estados Unidos, el presidente y general Ulysses S. Grant, allá entre 1864 y 1865, recibía una multitud de peticiones por parte de los representantes de intereses que se congregaban en el vestíbulo del hotel. Él de forma despectiva los llamó “lobistas”. 

"El lobby se puede llevar a cabo desde una asociación de pacientes, una empresa o una universidad. Porque hablar del tema significa hablar de influencia, legitimidad, políticas públicas, dicho de otra forma, implica hablar de democracia", agrega. 

Panorama del "lobby" en México y la necesidad de transparencia 

Aunque no existen leyes para regular el cabildeo, sí existen en México regulaciones para su ejercicio en el Poder Legislativo. En 2010, durante la LXI Legislatura se adicionaron los artículos 298 y 299 al Reglamento del Senado, por conducto de los cuales se regula el cabildeo. El primer artículo define la actividad y señala que las Comisiones y las Senadoras y Senadores, deberán informar a la Mesa Directiva sobre el cabildeo al cual estén sujetos. 

El Artículo 299, por su parte, específica que ni las Senadoras y Senadores ni su personal podrán aceptar “dádivas o pagos en efectivo o en especie por parte de persona alguna que realice cabildeo” y explica que las infracciones a esta norma, se castigarán “en términos de las leyes de responsabilidades o la legislación penal”. 

Estados Unidos es considerado la cuna del "lobby" político
Foto: Pixabay

Ante este contexto, Jorge Fernández Rúa, explica que en América Latina hace falta trabajar por una regulación del cabildeo enfocada hacia la transparencia ya que no solamente debe entenderse al "lobby" como la acción de "ejercer poder", se debe tener también la capacidad de síntesis de información, comparar datos macroeconómicos y analizar evidencia científica, para de ahí llegar a la toma de decisiones. Ya en la práctica, el nuevo perfil del cabildero debe tener como estandarte la estrategia y ética para no caer en sobornos o actos de corrupción. "Lo que se tiene que saber ahora es que si alguien te ofrece dinero, de inmediato te paras y te vas", detalla. 

"Nosotros vemos al "lobby" como una herramienta contra la corrupción y mientras más se aspire a una profesionalización, más garantías se tendrán para tener un trabajo que beneficie a la sociedad", sentencian los autores

"Sin la sociedad civil no hay cabildeo, lo demás son simples negociaciones políticas" 

Para los hermanos Fernández Rúa es fácil diferenciar una simple negociación política a un "lobby". Motivos no faltan, como cuando se difunde una reunión o una simple cena entre grupos políticos, una señal para comenzar a sospechar o desconfiar de la práctica. Los autores del "Manual del buen lobista" lo sentencian. "Sin la sociedad civil no hay cabildeo, lo demás son simples negociaciones políticas". 

Ambos especialistas dirigen la consultora "Cariotipo" con más de 25 años de experiencia, que tiene como objetivo neutralizar esa imagen negativa del "lobby" a través del trabajo de academia. Los dos autores coinciden que el objetivo principal es regular el trabajo de manera amplia e inclusiva sin dejar hueco para la mala praxis y casos de corrupción. La solución que proponen los autores del estudio es crear un registro único para todas las administraciones y, en cualquier caso, que cada uno de los que existan tenga aplicación a nivel estatal.

Sin sociedad civil, no podemos aspirar a un cabildeo transparente
Foto: Cuartoscuro

"Manual del buen lobista" ofrece, además, un estudio de cómo hay que actuar desde un "lobby", qué herramientas utilizar y como servir de enlace entre la sociedad civil y los políticos que tienen la obligación de adoptar decisiones que afectan a todos.