El ciberacoso o ciberbullying es un no tan nuevo mecanismo que perjudica la salud emocional de millones de jóvenes alrededor del mundo, por lo que el Senado de la República se puso a trabajar al respecto y avanzó en comisiones una iniciativa para prevenirlo, detectarlo y castigarlo.
Las consecuencias que pueden presentarse por ser víctima de esto van desde una depresión ligera hasta conductas antisociales como atentar contra la vida propia o la de alguien más, en consecuencia, se busca legislar al respecto.
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De qué va la Ley anti ciberbullying
La Comisión de Derechos Digitales del Senado de la República aprobó una minuta con proyecto de decreto para que las y los jóvenes de México tengan el derecho de acceder al internet libre de violencia.
Al respecto, la senadora Ruth López explicó que la reforma busca políticas de prevención, protección, atención y sanción de cualquier conducta, que vulnere los derechos de las infancias en diferentes aspectos de su vida:
- Intimidad
- Privacidad
- Seguridad
- Dignidad
Con esta iniciativa, se considera el término de "ciberseguridad" como parte de los derechos fundamentales para niñas, niños y adolescentes (NNA) y se define como el mecanismo de prevención de riesgos y daños a bienes jurídicos en el ciberespacio.
Sin embargo, Alejandra Lagunes Soto, del Partido Verde, reconoció que aún falta mucho por legislar, pues en materia de Inteligencia Artificial (IA) y neuroderechos, falta que redacten la legislación adecuada para tipificar adecuadamente un delito.
¿Qué es el ciberbullying?
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), el ciberbullying ocurre en las redes sociales cuando un usuario es objeto de burlas, desprestigio, acoso o cualquier práctica reiterada entre uno o más usuarios. Éste se puede manifestar en actos como:
- Difundir mentiras o publicar fotografías o videos vergonzosos de alguien en las redes sociales
- Enviar mensajes, imágenes o videos hirientes, abusivos o amenazantes a través de plataformas de mensajería
- Hacerse pasar por otra persona y enviar mensajes agresivos en nombre de dicha persona o a través de cuentas falsas
Asimismo, este organismo internacional señala que, cuando un menor es víctima de éste tipo de acoso, manifiesta tres síntomas específicos, ya que actúa negativamente en los aspectos mentales, emocionales y físicos:
- Mentalmente. Se siente preocupada, avergonzada, estúpida y hasta asustada o enfadada.
- Emocionalmente. Se siente avergonzada y pierde interés en lo que le gusta.
- Físicamente. Se siente cansada (pierde el sueño) o sufre dolores de estómago y de cabeza.
Finalmente, la UNICEF recomienda que, cuando se presente esta situación, no se debe abandonar el uso del internet. Tal vez sí de la red social en la que se padece el acoso, pero no dejarlo del todo. Asimismo, recomienda tener cuidado con el contenido que se comparte para evitar herir a alguien.