Los cuerpos sin vida de dos nombres fueron encontrados en las calles de Sinaloa tras haber sido acribillados a balazos frente a una multitud que había acudido a ver el paso de uno de los carnavales más conocidos en México, uno de ellos llamó la atención de las autoridades ya que portaba una credencial que lo identificaba como un agente de la policía.
Ese mismo día, el hombre fue descubierto que iba disfrazado como un agente ministerial al llevar la credencial con número 126623 y vigencia marcada en el año 2001. Se trataba del oficial Jorge Pérez López, identificado como agente B de la Dirección General de Planeación del Poder Judicial de la Federación (PJF), de acuerdo a una imagen publicada por El Universal.
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Un mes después reconocieron al líder del cártel de Tijuana
Era domingo aquel 10 de febrero de 2002 cuando el presunto agente iba en compañía de dos hombres más cuando circulaban a bordo de un auto compacto conocido popularmente como “vocho”. Estaban en pleno desarrollo del Carnaval de Mazatlán cuando los aún desconocidos sicarios transitaron en sentido contrario al avance del festival.
Justo al llegar a la calle Rodolfo T. Loaiza esquina con Gaviotas, los ocupantes del vocho fueron interceptados por presuntos policías, quienes también estaban vinculados con los narcos de Sinaloa. Ahí se desató una balacera donde a pesar de quedar heridos, dos de los pasajeros del vocho lograron escapar, pero finalmente quedaron muertos en el pavimento.
La verdadera identidad del presunto agente ministerial Jorge Pérez fue revelado casi un mes después del ataque en el Carnaval de Mazatlán, las autoridades indicaron que se trató de uno de los hermanos Arellano Félix quienes controlaban el tráfico de drogas en el norte del país tras la muerte de Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”.
Ramón Arellano cayó en la trampa del “Chapo”
Ramón Arellano Félix fue asesinado por órdenes de los fundadores del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada, este último había sido el señuelo para sacar a Ramón Arellano de Tijuana para acudir a Sinaloa donde iba a cazar al único jefe del narco que jamás a pisado la cárcel.
Con Ramón Arellano, “El Chapo” tuvo una férrea rivalidad luego de que el del cártel de Tijuana intentó matar al de Badiraguato cuando iba al Aeropuerto de Guadalajara y en su lugar terminó por asesinar al cardenal Jesús Posadas Ocampo.
Del homicidio de Ramón Arellano Félix, el cártel de Tijuana comenzó a perder poder tras la captura de Benjamín Arellano, situación que propició el auge del papel de las mujeres en los mandos de los cárteles con la guía que tuvieron los de Tijuana con Enedina Arellano Félix que por un tiempo dirigió a la organización criminal.
RM