Roxana Martínez Moreno, activista y docente, demandó a las autoridades judiciales que se imponga la pena máxima a Emiliano “N”, acusado del transfeminicidio de Angy, ocurrido el pasado 24 de febrero. Martínez Moreno subrayó la urgencia de justicia plena para este caso, emblemático para la comunidad trans.
Se informó que el próximo 30 de octubre se llevará a cabo la audiencia intermedia, en la cual se espera que el juez de control rechace las justificaciones presentadas por la defensa del acusado, entre ellas, la alegación de que padece problemas mentales. La activista confía en que las autoridades no permitirán que estas justificaciones obstruyan el proceso de justicia.
Asimismo, señaló que recientemente la familia de Angy tuvo acceso al departamento donde ocurrieron los hechos, tras la conclusión de las investigaciones a cargo de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Como defensora de los derechos de la comunidad trans, Martínez Moreno también instó a las autoridades locales y estatales a implementar medidas de protección más efectivas para evitar crímenes de odio en la región. Resaltó que, aunque ha habido avances, aún queda mucho por hacer para garantizar el respeto pleno a los derechos de las personas trans.
Finalmente, lamentó profundamente que casos como el de Angy, quien fue cruelmente asesinada con un arma blanca, continúen ocurriendo.
¿Qué es el delito de transfeminicidio?
El código penal define como transfeminicidio a la acción en la cual una persona o personas por razón de identidad de género o expresión de género, prive de la vida a una mujer trans o a una persona cuya identidad o expresión de género, real o percibida, se encuentre dentro del espectro femenino de género.
El mismo código penal señala que la o las personas que comentan este delito recibirán una pena de entre 35 y 70 años de prisión.
¿Qué es tipificar el transfeminicidio?
El reconocimiento de este delito dentro del código penal, para poder ser sancionado en estricto apego a la ley, dentro las acciones que tipifican el delito se encuentra:
- Violencia sexual de cualquier tipo
- Lesiones degradantes, mutilaciones o que se haya cortado o quemado el cabello
- Que el agresor haya usado expresiones verbales de rechazo, no reconocimiento u odio a la víctima por motivo de su identidad o expresión de género
- Que agresor y víctima hayan tenido una relación sentimental o laboral o de otra índole o una relación de parentesco
¿Qué le pasó a Paolo Buenrostro?
Era una mujer trans originaria de Campeche, y se desempeñaba como trabajadora sexual en la CDMX, en la madrugada del 30 de septiembre de 2016 metros al abordar un automóvil para ofrecer sus servicios recibió varios impactos de bala por el sujeto que la había contratado, dichos impactos acabaron con la vida de Paola.
Derivado de este caso de transfeminicidio, casi tres años después de lo ocurrido, y gracias al trabajo de varias activistas y amigas de Paola, entre las que destaca Kenya Cuevas, la entonces fiscal general de la CDMX, Ernestina Godoy, ofreció una disculpa pública por el modo de accionar de las autoridades en el caso Buenrostro, siendo de esta forma, el primer caso de feminicidio reconocido en la capital del país.
El nada honroso segundo lugar
Varias organizaciones a nivel mundial han destaco que México es el segundo país de toda Latinoamérica con más crímenes de odio registrados durante los últimos tres años, entre los que destacan todos aquellos relacionados con la homofobia y transfobia.
Aunque se han detallado estos problemas, sólo la CDMX y Nayarit hasta el momento cuentan con leyes que castigan de forma específica los transfeminicidios.
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