“Es un golpe aguado, no un golpe de Estado, qué sustento tiene”, fue la respuesta que le dio la presidenta Claudia Sheinbaum a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ayer, ocho ministros del máximo tribunal admitieron a trámite la revisión de la constitucionalidad de la Reforma Judicial.
“Ellos saben que lo que están haciendo está mal, ellos lo saben, ellas y ellos, quienes votaron ayer, saben que no tiene sustento. El pueblo de México es a quien nos debemos, yo supongo que ellos están provocando para ver cuál es nuestra reacción”, afirmó en la conferencia matutina.
La titular del Ejecutivo federal repasó el camino de la Reforma al Poder Judicial, que plantea la elección popular de jueces, ministros y magistrados. Inició con el anuncio del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador el 5 de febrero, después su difusión en la campaña. Posteriormente obtuvo el aval de 35.9 millones de mexicanos para que ella fuera la próxima Presidenta de México.
En cuanto al Congreso, ganaron 256 distritos electorales y con el reparto de curules de representación proporcional se quedaron con 373 espacios, los suficientes para alcanzar la mayoría calificada y hacer modificaciones a la Constitución.
Pueblo tiene la facultad de alterar la forma en que se gobierna: Sheinbaum
En el caso del Senado, con Miguel Ángel Yunes Márquez, se alcanzaron las dos tercera partes para obtener la aprobación. Le siguió el visto bueno de al menos 17 congresos locales. Y al final, la publicación en el Diario Oficial de la Federación. En la conferencia, Sheinbaum retomó artículos como el 39, que dice: la soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para su beneficio. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar y modificar la forma de gobierno.
Y también el 135: la presente Constitución puede ser adicionada o reformada. Para que las adiciones o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes, acuerden las reformas o adiciones, y que éstas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados y de la Ciudad de México. El Congreso de la Unión o la Comisión Permanente en su caso, harán el cómputo de los votos de las Legislaturas y la declaración de haber sido aprobadas las adiciones o reformas.
Tras este repaso, que va desde el 5 de febrero hasta las votaciones, la presidenta Sheinbaum enfatizó que en ningún lugar de la Constitución da facultades a la Corte.
“En ningún lugar de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos dice que la Corte puede cambiar la Constitución o puede declarar inconstitucional lo que ya fue declarado constitucional, ¿cómo es declarado constitucional?, con la mayoría calificada de la Cámara de Diputados, de la cámara de Senadores y de la mayoría del Congreso de los Estados, eso ocurrió con la reforma al Poder Judicial”, remató.
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edg