Después de 85 años sin un hallazgo similar, la localización de una escultura precolombina de Chac Mool, que data del periodo posclásico tardío, es decir, de 1350 a 1521 después de Cristo, mantiene asombrados a los michoacanos.
El pasado lunes, dos jóvenes arqueólogas, enviadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para inspeccionar la construcción del Nuevo Mercado Municipal de Pátzcuaro, fueron las primeras en percatarse de la existencia de la escultura purépecha, ubicada a dos metros de profundidad.
“En la remoción de tierra, nos dimos cuenta que apareció la pieza, el Chac Mool, porque se vio como un bloque labrado; decidimos revisarlo y nos dimos cuenta que tenía la posición sentada característica de los Chac Mooles; el que haya estado ahí presente realmente fue muy emocionante, nadie se lo esperaba”, compartió la arqueóloga Carmen Verónica García López.
La zona del hallazgo se encuentra delimitada y ahora es un área de investigación. A marchas forzadas, las arqueólogas y trabajadores realizan una labor minuciosa y a mano, en búsqueda de más vestigios, o al menos, indicios del posible origen del Chac Mool.
Pese a que la efigie presenta un daño considerable en la cabeza, se encuentra en buen estado de conservación. Luego de ser extraída del terreno donde se lleva a cabo la construcción fue resguardada por el INAH, en la ciudad de Morelia. Este viernes, el instituto presentó oficialmente la figura prehispánica y dio detalles de sus características.
“La escultura tarasca ‘uacusecha’ es muy abstracta, de grandes volúmenes. Esta pieza tiene detalles que la hacen realmente increíble: el calzado está muy bien tallado, los dedos de los pies, las ajorcas, la base que tiene un bisel, está totalmente biselada, las manos que son muy características en esta forma trapezoidal con los dedos”, explicó José Luis Punzo.
MAAZ